Bergerón, que estás en los cielos
El logroñés José Luis Tomás, de San Román Sonería Monumental, lleva años tratando de construir una réplica de la máquina del siglo XIX Nadie sabe qué fue del singular reloj ubicado en Sagasta esquina con Bretón
JAVIER CAMPOS jcampos@diariolarioja.com
Lunes, 2 de abril 2012, 09:55
Durante décadas no solo marcó puntualmente las horas, sino que sirvió como lugar de encuentro para no pocos logroñeses y visitantes... Erigido en referencia histórica del Logroño en blanco y negro por su singularidad, el conocido popularmente como reloj Bergerón (o de Bergerón) se ubicaba en una de las esquinas de la confluencia entre las calles Bretón de los Herreros y Sagasta, lo que hizo que varias generaciones alternasen uno y otro uso.
De doble esfera, números romanos y mecánico (se le daba cuerda desde el interior de lo que siempre ha sido una relojería), el particular reloj saliente (ensamblado en la propia fachada del establecimiento) era bien visible desde el espacio abierto que entonces hacía las funciones de estación de autobuses. Hoy, casi 110 años después de su colocación, nadie sabe nada del paradero de un artilugio que, firmado por el afamado relojero de la época Lucas Bergerón, era único en la capital de La Rioja.
«Había oído hablar de él a mis padres y tras años dedicándome a esto me asaltó la idea de recuperar ese reloj a toda costa.». Quien así habla es José Luis Tomás, de la Sonería Monumental San Román. Encargado del mantenimiento del reloj de carillón de Ibercaja y del de Seguros Aurora, además de encargado de la restauración de los tres de La Redonda y de los de las iglesias de Santiago y Palacio también en el Casco Antiguo, emprendió hace ya algunos años una infructuosa investigación que le llevó a un merendero de Oyón perdiendo la pista del Bergerón para siempre.
Dado por desaparecido
«Mi curiosidad me llevó a una búsqueda de documentación, pero llegado a un punto en el que no tenía más vías de continuidad me rendí dándole por desaparecido», explica José Luis, quien creyó acercarse al mismo al entablar conversaciones con «dos ancianitas» que regentaron la relojería hasta pasado el año 2000 pero que, finalmente, «se mostraron reacias a hablar más del tema obligándome incluso a devolverles los pocos apuntes que pude ir tomando».
Sin embargo, lo que no abandonó este relojero-campanero logroñés (aunque originario de Villamediana) pese a verse presionado para desprenderse de sus notas fue su proyecto original, al que aún sigue dándole vueltas: la recreación de un reloj como el de Lucas Bergerón a través de las pocas fotografías de la época y sus muchos conocimientos. De hecho, en la fachada de su establecimiento, en el 82 de Club Deportivo, luce una réplica de las tres esferas de La Redonda, que marcan las horas, minutos y segundos de manera independiente convirtiéndose junto al de autómatas en una atracción para los vecinos del barrio.
«Aunque sería eléctrico, y ya tengo preparadas las piezas, se asemejaría mucho en su aspecto estético al que estuvo en la esquina entre Bretón y Sagasta, de 50 centímetros de diámetro según he podido calcular en las fotos», dice quien mantiene viva la llama de recrear algo que según cuentan las crónicas, bastante confusas, fue desmontado de una fachada declarada inicialmente en ruina pero que posteriormente, al reconsiderarse tal estado, nunca volvió a ser restituido siendo condenado al olvido para siempre. El reloj Bergerón se paró en la década de los 70... sin testigos.