Sanz se pone «a disposición» del PP para seguir al frente del partido tras el próximo Congreso

Por si alguien lo dudaba, Pedro Sanz lo dejó ayer claro. «Aquí me tenéis», espetó a la Junta Directiva del PP riojano que acordó el 28 de abril como fecha del XV congreso regional que se desarrollará en las instalaciones de Riojafórum. «Estoy a vuestra disposición, y estaré aquí hasta que vosotros queráis y mientras deseéis que siga trabajando y liderando el partido», repitió ofreciéndose abiertamente a mantener la presidencia que ostenta desde 1993, cuando sucedió en el cargo a Joaquín Espert.

Sin corrientes críticas, un control férreo de las instituciones y el partido en las mayores cotas de poder de su historia, la cita se presume un paseo militar para el partido y el único interés reside en quién repartirá Sanz las responsabilidades. El reparto de papeles en el Congreso ofrece en sí mismo pistas al respecto. Bajo la presidencia de Emilio del Río y la coordinación de Ana Lourdes González, la ponencia política -'Liderando con el ejemplo'- recae en Carlos Cuevas, Gonzalo Capellán y Concha Arruga, mientras el reglamento de Organización será dirigido por José Ignacio Ceniceros, Conrado y Paloma Corres y la comunicación 'Comprometidos con los jóvenes' tendrá la voz de Carmen Duque.

Sanz aprovechó su puesta a disposición del partido para apuntalar las claves del momento político y, de paso, justificar su continuidad. «A lo mejor lo más cómodo sería huir, pero yo soy un político de raza y aquí estoy en los momentos difíciles, dando la cara y poniendo en valor este proyecto», confesó.

El presidente defendió las medidas adoptadas por el Gobierno de Mariano Rajoy - «estamos ante una crisis económica como nunca que está provocando muchas dificultades y para superarlas hay que acudir al PP, porque es más necesario que nunca»- y censuró a los socialistas tanto por la gestión heredada como por su postura tras dejar La Moncloa. «El PSOE, que gobernó este país, es el culpable de que ahora debamos tomar decisiones mucho más duras y drásticas», argumentó afeando decisión del partido de Rubalcaba de secundar las protestas contra los recortes y la reforma laboral que, con toda probabilidad, conducirán a la huelga general del 29 de marzo.

«El PSOE incendia la calle»

«El empleo no se resuelve 'incendiando' la calle, sino con propuestas y alternativas», afirmó. «Se les debería caer la cara de vergüenza», dijo a los socialistas pocos minutos después de entrevistarse con César Luena e inaugurar una «nueva etapa» de diálogo con la oposición. «Las movilizaciones deberían ser en las sedes del PSOE, buscando dónde está Zapatero para pedirle cuentas de cómo ha dejado el país», añadió.

Más allá de la crítica, Sanz puso en valor la «hoja de ruta clara y con decisiones duras pero valientes» marcada por el Ejecutivo central, a quien también justificó en la subida de impuestos. «El pozo estaba sin agua, y el molino debía volver a moverse», afirmó para, en clave regional, reafirmarse en su voluntad de no elevar la presión fiscal y priorizar el gasto para que no pierdan calidad tres valores «sagrados» como son Educación, Sanidad y Servicios Sociales. «Lo vamos a pasar mal, no volveremos a vivir como en el 2005, y la situación exige un esfuerzo colectivo», concluyó.

La alcaldesa de Logroño, Concepción Gamarra, ejemplificó en el nuevo Gobierno de la capital la gestión del PP, censurando al PSOE «por no estar a la altura de las circunstancias en unos momentos difíciles» y haberse «atrincherado» en vez de colaborar en beneficio de la ciudad. El secretario general, Carlos Cuevas, desgranó por su parte los detalles de un Congreso llamado a «demostrar que el PP es la única organización que tiene un proyecto para la sociedad riojana».