Victoria agridulce en Pamplona
El Naturhouse, que dominó gran parte del encuentro, vence con angustia al Anaitasuna 27-28
MARTÍN SCHMITT
Sábado, 28 de enero 2012, 12:07
Las pretemporadas no son para el Naturhouse. Las lesiones se unen a la inactividad y crean un cóctel explosivo. Esto supone que en partidos como el de ayer, frente al Anaitasuna en Pamplona, jugadores como Rubén Garabaya, Sasha Tioumentsev, Unai Arrieta y Pedro Rodríguez estuvieran en la grada y no en la pista. Todo a una semana del inicio liguero.
La buena noticia es que los que estaban dentro del rectángulo de juego dieron la cara, sobre todo algunos de los menos habituales, como Arturo Martínez o Filip Kallman, que no sólo pidieron pista en ataque sino que hicieron algunas cosas interesantes en defensa.
Los riojanos saltaron a la pista fríos, sin reflejos. Los pamplonicas aprovecharon la falta de reacción para ponerse arriba en el marcador. Sin embargo, los franjivino ajustaron su defensa y equilibraron las cosas, gracias, sobre todo, a la efectividad de hombres como Ismael Juárez, que jugó casi todo el encuentro debido al esguince de Pedro Rodríguez, y Víctor Hugo López, mortífero desde la primera línea.
Durante la segunda parte el Naturhouse mostró su mejor y su peor faceta. Por suerte, comenzó por lo bueno, con grandes movimientos en el ataque y con un sublime Gurutz Aginagalde en la portería. Kallman demostró que quiere ser tomado en cuenta y encontró portería cuatro veces. Por otro lado, Thiagus Petrus no tuvo la misma suerte, aunque en defensa se mostró más sólido que en el encuentro pasado.
Los de Jota fueron abriendo margen con genialidades de Dujshebaev y Curuvija, entre otros, hasta encontrarse con un marcador favorable (20-27). Pero había tiempo para la peor versión franjivina, porque los diez últimos minutos fueron un desastre. El Naturhouse quiso especular y los errores se sucedieron una y otra vez. A tal punto que el Anaitasuna se colocó a un gol (27-28) a falta de 30 segundos. Y robó el balón y si no es por la magistral intervención de Gurutz, Bernatonis hubiese empatado.