Puente sí, puente no...
El sector turístico logroñés quema festivos sin pena ni gloria haciendo un primer balance muy desigual | Durante la jornada de ayer no sólo era posible encontrar alojamiento sino también reservar en un restaurante
JAVIER CAMPOS
Domingo, 11 de diciembre 2011, 14:40
¿Puente? ¿Dos puentes? ¿Acueducto? ¿Nada? Nadie sabe responder a la pregunta de lo que se ha vivido estos días... Los caprichos del calendario han traído dos festivos entre semana; el martes, la Constitución y el jueves, la Inmaculada, y una situación de tensa espera a un sector como el turístico que ya ayer hacía un primer balance de resultado muy desigual.
Hoteles y restaurantes han ido quemando fines de semana y festividades sin pena ni gloria y, lo que es peor, con una creciente sensación de incertidumbre de no saber con qué iban a encontrarse al día siguiente. «Un día se ha trabajado bien y justo al otro todo ha vuelto a la normalidad... ¡incluso peor!», resumía ayer el sentir Francisco Martínez Berges, presidente de Hostelería Riojana.
Han sido días raros, si bien en las fechas claves sí que se ha podido escuchar el eco de los pasos de los turistas sobre el adoquinado del Casco Antiguo. Sin embargo, durante la jornada de ayer, fecha señalada en rojo en la calendario por todos, no solo era posible encontrar habitación sino también reservar mesa. Y ello pese a que desde la oficina municipal de turismo en las Escuelas Trevijano aseguraban que no sería tarea sencilla.
Lo cierto es que para la semana que hoy termina ni siquiera la Asociación Riojana de Hoteles tenía previsiones. Haberlas, quizás las hubiese, pero nadie se atrevía a pronosticar resultado alguno. «No era el puente que más nos gustaba, eso desde luego...», explica su presidente, Jaime García Calzada. El empresario da sus razones: «El que visita La Rioja suele ser un turista que pernocta entre 2 y 3 noches y esto más que un puente ha sido un acueducto dividido en dos partes y es ahí donde hay destinos más baratos que los de interior ideados para toda una semana de vacaciones caso como los cruceros tan de moda», reconoce.
Resumiendo: menor afluencia que el año pasado y, sobre todo, menor consumo. Incluso García Calzada se atreve, ahora sí, a dar cifras: una caída de entre el 25 y el 30% respecto al año pasado pese a que la citada oficina de Logroño Turismo ha vuelto a batir récord.
«Teniendo en cuenta que cada comunidad ha elegido su día dando lugar a dos puentes podríamos hablar de un pico durante el sábado, el domingo y el lunes pasado y de otro este viernes, hoy sábado y mañana domingo», explicaba ayer mismo su directora, María Saénz, con la oficina repleta en torno al mediodía.
Quien visita, «visita»
«El que tiene dinero y se lo puede permitir se ha marchado; los que no, no tienen más remedio que quedarse; y el que viene de visita, viene de visita... por tanto, flojito, flojito...», parece responder Martínez Berges, quien asegura que el bar y la cafetería de diario prefieren la rutina semanal que eso de «un día de fiesta sí y un día de fiesta no».
El que no exista una única valoración habla de lo dispar de la semana, extremo que podía ayer mismo confirmarse hablando con los encargados y responsables de hoteles y restaurantes. Así, si pensiones como La Redonda o la Bilbaína colgaban el cartel de 'completo', hoteles como el Sercotel Portales aún contaba con hasta cinco habitaciones libres de un total de 48... de hecho, solo el pasado lunes se llenó.
Eso a la hora de dormir, pero... ¿y a la de comer? «La sensación general es que no ha acabado de materializarse un día de puente como tal... no ha destacado ninguna jornada sobre la otra pero sí que, por ejemplo, esta noche llenamos», decían en el Herventia. «Si estuviésemos hablando de una semana normal podría decirse que hemos trabajado más que lo de costumbre; ahora bien, tratándose de las fechas de las que se tratan tampoco es que estemos descontentos, pero no ha ido todo lo bien que imaginábamos o que nos hubiese gustado», apostillan desde El Portalón.