Calma tensa en la frontera

Mientras el Gobierno Vasco y el de La Rioja mantienen su pulso, el malestar sigue creciendo entre los pacientes de los municipios ubicados al otro lado del Ebro. Varias son las medidas que la cuadrilla (comarca) de La Rioja Alavesa está fraguando para expresar su disconformidad y reclamar el «desbloqueo» urgente de una situación que repercute en la asistencia de más de 10.000 usuarios. La más inmediata es la recopilación de firmas entre la población para, con todas ellas, trasladar un escrito de protesta ante el Defensor del Pueblo de España.

Por otro lado, los municipios afectados tienen previsto hoy mismo un encuentro en la sede de la cuadrilla, ubicada en Laguardia, donde sus representantes estudiarán la posibilidad de realizar algún tipo de acción conjunta además de la que cada pueblo pueda adoptar individualmente.

Rubén Garrido, alcalde del PP de Oyón y portavoz oficioso de los afectados que ya mostró su protesta con una huelga de hambre ante el Palacio de Gobierno de La Rioja, lamentó ayer la ruptura de las negociaciones entre las administraciones contendientes. «Sólo queremos que se reponga la situación histórica, que, como es lógico, nuestra gente tenga una atención integral en el hospital de Logroño que está a diez minutos en vez de recorrer una hora hasta Vitoria», afirmó criticando las «arengas» sobre la cuestión que Pedro Sanz está lanzando con la cobertura de otras entidades riojanas. «Se están abriendo heridas vecinales entre La Rioja y Álava que serán difíciles de cicatrizar y que carecen de sentido cuando la convivencia ha sido siempre perfecta», dijo.

Garrido se mostró renuente a pronunciarse sobre quién debe ceder. «Que se cambie lo que tenga que cambiarse, que acuerden lo que tengan que acordar, pero que no utilicen a los ciudadanos como rehenes para sus intereses», suplicó. El primer edil oyonés censuró, eso sí, «las formas» con que sus compañeros de filas en La Rioja están manejando la coyuntura. «Si es un problema económico y quieren una contraprestación por las atenciones más onerosas debe tratarse en las mesas del Consejo Interterritorial de Salud, pero nunca de esta forma», opinó señalando también cómo el caso puede tomar una deriva peligrosa sobre la atención que el País Vasco viene prestando a los pacientes riojanos de riñón.