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Del Espolón... Un centenar de personas el mismo 15 de mayo. :: J. C.
REGIÓN

De la indignación al compromiso

El movimiento social surgido del 15 de mayo cumple 6 meses con paso firme y el mismo espíritu de cambio

JAVIER CAMPOS ,

Martes, 15 de noviembre 2011, 12:55

Las asambleas siguen celebrándose puntualmente cada miércoles a las ocho de la tarde, las distintas comisiones continúan avanzando en el trabajo y las redes sociales siguen tan o más activas que antes. Definitivamente, seis meses después de su nacimiento, el 15M no solo crece sano y feliz sino que goza de una salud de hierro. Su idea, pese a los pasos dados, sigue siendo la misma: más allá de dejar atrás la crisis económica se trata de decir adiós al actual modelo de sociedad. «No estoy aquí para volver a estar como antes», dice la mayoría. ¿Antisistemas? «Es el sistema el que es antinosotros», es la respuesta unánime.

Estudiantes, jóvenes en paro o con trabajo, profesionales de los más dispares sectores, padres de familia, jubilados... muchos son los perfiles que cada semana se dan cita en la plaza del Mercado, esa que una buena mañana de mayo aparecía 'rebautizada' como plaza de la Democracia, para seguir aportando su granito de arena. «Por supuesto que en ocasiones he llegado a pensar que me resultaría mucho más cómodo quedarme tumbada en el sofá...», confiesa Diana, quien aún recuerda los días en los que surgió todo. «Te ibas a casa con insomnio a las tantas de la madrugada después de estar horas y horas participando en alguno de los grupos... ¡podías percibir tal energía!», añade esta joven autónoma.

Lejos quedan aquellos primeros días en los que la acampada centraba todas las miradas. «Nadie esperaba nada porque nadie sabía lo que iba a pasar», recuerda David. Quien más o quien menos se dejó ver por la plaza del Mercado atraído por un mensaje claro: la exigencia de una democracia real. Cincuenta días de campamento que sirvieron para que prendiese la mecha. «La chispa», en palabras de Israel, adecuada para que la calle comenzase a recuperar su espacio y la ciudadanía reivindicase su condición de ciudadanos.

Que el 15M vino para quedarse ha quedado claro desde entonces... con las multitudinarias asambleas iniciales, con acciones como el acompañamiento a la nueva Corporación municipal justo el día en el que alcaldesa y concejales tomaron sus cargos, con manifestaciones de más de 5.000 personas el 19 de junio, contra el 'Pacto del Euro', o el pasado 15 de octubre, durante la jornada de protesta global.

El hartazgo tomó forma y la indignación particular dio lugar al compromiso colectivo... y a la concienciación. «Al principio vinimos aquí por razones individuales, pero si seguimos haciéndolo ahora es por motivos colectivos», explica Israel. Son muchos los que como 'Isra' consideran que «el verdadero cambio empieza por uno mismo»: ser consciente de dónde se está es el primer paso hacia el despertar.

Un despertar, en cualquier caso, pacífico. «El movimiento tuvo claro desde el principio que con la violencia no ganaba nada», dice Tirso; y es que tanto este mecánico de 51 años como el resto de sus compañeros tienen «argumentos suficientes con la palabra».

Sin embargo, la palabra también se ha visto estos seis meses acompañada de acción. Ejemplos recientes, las movilizaciones surgidas en torno a la detención de tres jóvenes, dos de ellos logroñeses, antes incluso de participar en la contra-cumbre del G-20 en Cannes, o el que con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca se haya logrado evitar dos desahucios, el último de ellos en Logroño tras el éxito días antes en Santo Domingo de la Calzada. Ya antes se habían desarrollado marchas 'populares' indignadas a Madrid y Bruselas.

«El simbolismo inicial con asuntos tales como una democracia real, directa y participativa o la desobediencia civil pacífica han dado lugar a acciones directas que han resultado todo un éxito», recuerda José, presente el 15 de mayo en El Espolón... justo donde se inició todo.

«Creo que tenemos que darnos cuenta de que es aquí y ahora donde tenemos que estar... el cambio es posible», espeta Olga. Cambios que, en cualquier caso, no pasan por las generales del 20-N y que trascienden del mero resultado electoral. «Ya es hora de que los de arriba manden obedeciendo», sentencia Fernando.

Si bien «cada persona es libre de hacer lo que estime oportuno», Asamblea Logroño aprobaba el pasado miércoles por unanimidad votar «nulo» al Senado por considerar la Cámara Alta «obsoleta» y su mantenimiento «un derroche», y en cuanto al Congreso votar contra el bipartidismo, es decir, hacerlo con la papeleta de minoritarios, abstenerse o votar nulo también pues el voto en blanco, tal y como se explicó, no deja de ser una forma de «elevar el listón mínimo para entrar en el reparto de escaños» y, por tanto, más ventaja para PP y PSOE.

Diana, Israel, José o Tirso representan una pequeña parte de la sociedad donde comienza a calar el mensaje... Junto a ellos, y según se van dando pasos, se pueden ver a otros muchos. «Vamos despacio porque vamos lejos», dicen.

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