La piqueta ingresa en Agustinas
Las obras, previstas a lo largo del próximo curso, «no interferirán» en el normal desarrollo de la actividad docente en el centro escolar logroñés. El derribo del pabellón con fachada a la céntrica vía, previo a su nueva edificación, sorprende a vecinos y viandantes
JAVIER CAMPOS
Viernes, 13 de agosto 2010, 10:09
Sin descanso para las excavadoras tras la demolición de la estación de tren, sus palas se centraban ayer en los números 35 y 37 de Vara de Rey. El derribo del pabellón de Agustinas con fachada a la céntrica calle, previo a la construcción de un nuevo edificio de uso escolar, sorprendía al vecindario desde primeras horas de la mañana.
Nuestra Señora del Buen Consejo, uno de los colegios más emblemáticos de la capital riojana, amanecía sitiado por un vallado de seguridad y por la curiosidad de vecinos y paseantes. «Llevamos desde julio con tareas de derribo interior pero no ha sido hasta hoy cuando las máquinas han salido fuera», explicaba a pie de obra Aurora Martínez, directora del centro concertado. De hecho, según precisaba, «ya en abril mantuvimos una reunión con los padres de alumnos informándoles del proyecto, sus motivos y sus plazos».
La actuación, presupuestada en casi 1,6 millones de euros y con un plazo de ejecución de 24 meses según consta en la solicitud de licencia de obras, significará la demolición de un pabellón que data de los años 50 y en el que, tras el traslado de la vivienda de la propia comunidad a un edificio anexo, únicamente estaba destinado a uso administrativo.
«Desde hace seis años exclusivamente se utilizaba para oficinas, laboratorios y administración del mismo centro quedando la mayor parte sin aprovechar pues no era posible readaptarlo a un uso docente y educativo», detallaba Martínez a Diario LA RIOJA.
Agustinas perderá en las próximas semanas la que durante décadas fuese su entrada principal sustituyéndola por un moderno inmueble que, de cara al curso 2011-2012, albergará Secundaria y Bachillerato. De ladrillo visto, como el anterior, tan sólo la imagen de la Virgen del Buen Consejo y la hornacina que la protegía recordará tiempos pasados. «Volverá a ser colocada en el mismo sitio», apuntaba la directora del colegio mientras aseguraba que el notable deterioro de las instalaciones fue lo que hizo a la congregación decantarse por el derribo y nueva construcción en detrimento de la reforma.
Las obras, según informaron, «no interferirán» en el normal desarrollo de la actividad docente con la salvedad de que la única entrada estará en la calle Galicia.