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Funcionarios, guarderías privadas y vecinos y comerciantes de Cascajos llenaron el plenario y desplegaron sus pancartas reivindicativas al comienzo de la sesión. :: M. HERREROS
LOGROÑO

Contigo pan y cebolla

La aprobación de la moción instando a Fomento a la 'no paralización' de inversiones sirve al PSOE y al PR para escenificar su reconciliación y reforzar el pacto

JAVIER CAMPOS jcampos@diariolarioja.com

Viernes, 4 de junio 2010, 10:33

Y puestos a pedir, todos lo hicieron. Justo el pleno en el que PSOE y PR fueron rechazando todas las mociones presentadas por el PP salvo una (si bien las relativas a los problemas de tráfico generados con el cierre del túnel de Piqueras y a la rectificación de las nuevas cuantías de las sanciones de tráfico fueron desestimadas, la petición de solicitar al Gobierno central la retirada de la congelación de las pensiones y la próxima convocatoria del Pacto de Toledo salió adelante tras la abstención riojana), socialistas y regionalistas aprovecharon para escenificar la reconciliación y fortalecer un pacto de Gobierno que les llevará a agotar la presente legislatura.

La moción presentada por el Grupo Municipal Riojano solicitando a que se inste al Ministerio de Fomento a no paralizar las inversiones previstas en infraestructuras y comunicaciones sirvió al bipartito para, pese a los continuos ataques de la oposición, cerrar filas y dejar claro que continuarán juntos ante lo que consideran un acuerdo que, según Tomás Santos y Ángel Varea, «funciona y bien».

«No nos vengan con escenas de sofá», vinieron a decir al alcalde y al teniente de alcalde tanto Cuca Gamarra como Mar San Martín. Y es que, en opinión de las concejalas del PP, las peleas de PSOE y PR se han convertido en un número propio del dúo musical 'Pimpinela'... «Su pacto es más falso que un billete de un euro», ironizó Gamarra. «Para dúo, el 'Sacapuntas' que forman usted y Pedro Sanz», le respondió Varea en la disputa por ver quien conseguía arrancar la mayor carcajada entre los allí presentes.

El pleno de junio también consiguió el acuerdo a tres bandas en lo relativo a la bajada salarial de alcalde, concejales, asesores y personal de confianza, si bien con matices. Equipo de Gobierno y oposición, pese a la unanimidad del voto, forzaron sus siglas en un intento de incluir la 'a' de austeridad.

De hecho, ya antes de llegar al punto relativo a la adecuación de la asignación a los grupos políticos municipales, retribuciones e indemnizaciones de los miembros de la Corporación, la aprobación (con los votos en contra del PP) de un expediente de modificación de créditos puso de manifiesto las distancias existentes entre Vicente Urquía y Mar San Martín a la hora de gestionar la caja. «De los 3,2 millones de euros en remanentes de tesorería, tras su quinta modificación, apenas quedan 96.000. ¿Qué pasará si surgen imprevistos como pueden ser necesidades sociales?», advirtió la 'popular'. «De usted admito críticas en todo menos en el capítulo social», respondió Urquía, quien protagonizó la anécdota de la tarde al acusar a la edil de «traer la lección aprendida de Ferraz» cuando lo que quería decir era de Génova, en relación a las sedes nacionales de PSOE y PP, respectivamente.

Por lo demás, el resto de la sesión no fue menos enérgico. La protesta de funcionarios y representantes de las guarderías privadas (también se vio alguna pancarta alusiva a los vecinos y comerciantes de Cascajos clamando por el cierre del túnel de Piqueras) fue el preludio de la alta tensión en el debate relativo a la ordenanza sobre instalaciones de equipos y elementos de telecomunicaciones, aprobado inicialmente con la abstención del PP. «Pedro Sanz no les deja votar a favor porque, si recuerdan, con ustedes en el gobierno se permitió la colocación de 50 antenas de telefonía ilegales entre el 2005 y el 2007», se defendió el concejal de Desarrollo Urbano, Miguel Gómez Ijalba, ante las acusaciones de Jesús Ruiz Tutor de presentar una ordenanza «inmadura, con mucha improvisación y de posible aplicación».

Chispas también saltaron. Tantas que, tras varias sesiones advirtiéndolo, Sara Alba se vio obligada a ordenar el desalojo de la Asociación de Guarderías de La Rioja. La retirada, para sorpresa de todos, también fue musical: «Pinocho fue a pescar...», entonaron en pleno abandono del salón.

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