Borrar
En punto para Apple

En punto para Apple

El sector espera que la entrada de la manzana en los 'weareables' suponga un impulso a las ventas. La conjunción entre moda y tecnología parece ser la clave para los fabricantes

Michael McLoughlin

Lunes, 9 de marzo 2015, 00:45

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Diez de la mañana en California, seis de la tarde en España. Comentar la hora del evento de hoy sería de lo más anecdótico -siempre es la misma- si no fuese porque Apple iniciará la cuenta atrás para el lanzamiento definitivo de su reloj inteligente. Ese será el esperado dispositivo con el que entrará en el mercado de la tecnología vestible, algo llamado a ser una de las grandes tendencias del gremio en los próximos años. No en vano, según cifras de Business Insider, se espera que se vendan hasta 148 millones de estos aparatos en 2019, frente a los 33 del pasado curso.

En septiembre, Watch fue presentando como un breve epílogo del evento en el que vieron la luz el iPhone 6 y el iPhone 6 Plus. «Esto será como el iPhone», aseguró recientemente Tim Cook. «La gente al principio lo compró y lo quería por una sencilla razón, quizás navegar en la web, pero descubrieron que le encantaba por una gran cantidad de otras funciones», añadió. Hasta ahora, entre otras cosas, se ha sabido que llegará en tres versiones (acero inoxidable, aluminio y oro de 18 quilates), con dos tamaños diferentes y con pantalla de cristal de zafiro. El control se realizará mediante la voz y con una corona digital situada en el lateral.

En los mentideros especializados se espera que hoy se aclaren aspectos como la batería o la memoria, y que se vea una propuesta original para el uso de las 'apps' o los pagos desde la muñeca. Las consultoras esperan que sea un empujón definitivo al sector con hasta 20 millones de unidades vendidas este año, cifra que podría aumentar hasta los 75 millones en 2018.

Lo cierto es que la factoría de Cupertino llega con algo de retraso a un negocio que, sin embargo, no ha tomado todavía una dirección clara. Ha sido en la otra punta del mundo, en el paralelo 38, donde han tomado la cabeza de esta carrera temprana. Desde Seúl, Samsung, la firma que más relojes ha puesto en juego, llevó a la pasada IFA de Berlín el Gear S, un modelo que por primera vez permitía funcionar con una tarjeta SIM. De esta manera, las llamadas o navegar por internet se podían realizar directamente sin necesidad de un móvil cerca. Una opción que ahora también ofrecen o sus compatriotas de LG, con el Urbane LTE, un reloj muy elegante, de acero inoxidable, presentado en Barcelona.

Lo particular de estos modelos es que desechan Android Wear, la solución creada por Google. En el caso de Samsung, la mayoría de sus relojes funcionan con Tizen, una plataforma que ya han añadido a televisiones, cámaras y algún móvil; pero que solo está pensada para los terminales de su catálogo. Sus compatriotas utilizarán un software basado en WebOS y la principal diferencia es que será compatible con Android e iOS. Una característica, la de la compatibilidad, que también caracteriza a Re Grip, el primer 'weareable' de HTC, que vio la luz en Barcelona. Se trata de una pulsera que mide la actividad física y que permite consultar notificaciones.

Sea como sea, el Mobile World Congress ha evidenciado el profundo guiño de la industria a la moda. Y es que tras una primera generación con tintes experimentales y que tuvo algún que otro resultado estrafalario, los fabricantes han realizado un esfuerzo porque las esferas y las correas se aproximen lo máximo posible a los relojes tradicionales y crear así un dispositivo realmente vestible.

Un esfuerzo que han realizado desde Motorola hasta ZTE, pasando por Asus y Huawei que han debutado este año en la categoría con el Zenwatch y el Smartwatch, respectivamente. Otros como Sony han optado por un diseño deportivo. El otro problema, además del aspecto, es la carta de funcionalidades. «Con Apple veremos cómo influye el factor moda en la adopción masiva», sostiene Mark Curtis, cofundador del estudio Fjord, quien lanza un aviso. «Estamos en un punto muy inicial y verde del ciclo de lanzamiento de una nueva tecnología», analiza este 'tecnoevangelista' británico.

Pero no todo el protagonismo de esta revolución queda reservado para los grandes nombres del mundial de constructores móviles. Otro de los nombres propios de esta nómina es Pebble. Aunque había quien pensaba que no iba a poder resistir el empuje de las multinacionales tecnológicas, la compañía dio un golpe en la mesa al batir todos los registros de la plataforma de micromecenazgo 'Kickstarter'. Cuando aún quedan 19 días por delante de campaña, ha recaudado casi 17 millones de dólares para un dispositivo con tinta electrónica en color.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios