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Tim Cook
Tim Cook, el heredero oculto de Jobs

Tim Cook, el heredero oculto de Jobs

Una nueva biografía suaviza la imagen del 'súper ventas' de Isaacson del gurú de Palo Alto con la participación de su sucesor, que ha conseguido llevar a Apple a su mejor momento

Michael McLoughlin

Lunes, 30 de marzo 2015, 01:06

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La historia de las finanzas está salpicada por grandes directivos cuyas constante vitales se convirtieron en una extensión de las de sus negocios. Microsoft, Disney o Ford son algunas de las grandes empresas en las que el jefe, simplemente, era la empresa. También Apple. El mito construido alrededor del difunto Steve Jobs hizo que muchos apostasen por que su sucesor, Tim Cook, iba a acabar engrosando la nómina de transiciones fallidas como la de Steve Ballmer y Bill Gates. Una sensación que se apuntalaba hace dos años, en abril de 2013, cuando reconocía que, a pesar de lo solvente de su cuenta de resultados, la época dorada de crecimiento de la manzana había acabado.

Tres años y medio después de recoger el testigo, Cook parece haber logrado desembarazarse del peaje de suceder al genio de Palo Alto y cortar el cordón umbilical que unía a la multinacional tecnológica con el genio que la parió y que años después regresó para salvarla de la bancarrota. La rúbrica que ha certificado esta situación son los históricos beneficios que la compañía en el último trimestre del pasado ejercicio, que ascendieron a 18.000 millones de dólares, superando la plusmarca existente, en manos de un titán energético como la petrolera ExxonMobil.

Unas ganancias que han sido propulsadas por el estratosférico lanzamiento del iPhone 6 y el iPhone 6 Plus, con el que los de Cupertino desembarcaron en el segmento de los 'tabletófonos'. Unas ventas que le permitieron, entre septiembre y diciembre de 2014, superar a Samsung en número de 'smartphones' vendidos con 74 millones de unidades, según la consultora Gartner. Los tiburones de Wall Street también han bendecido su gestión. El valor bursátil de la compañía, desde que accediese al puesto, se ha multiplicado hasta rozar los 690.000 millones y sus acciones han escalado desde los 54 hasta los 124 dólares.

Cook también ha dejado su impronta en el catálogo de productos a los que ha inyectado la hormona del crecimiento. Un año después de la muerte de Jobs , quien se mofó en su momento de los teléfonos grandes, remozó la pantalla del iPhone 5. Un cambio en el diseño que se confirmó en la última generación, con un modelo de 4,7 pulgadas y otro de 5,5.

Con iTunes y la división de ordenadores navegando a velocidad crucero, sus retos más inmediatos son el mercado de los 'weareables' con el estreno de su reloj inteligente y solucionar la ecuación de las tabletas, un mercado que, a pesar de liderar, le plantea nuevas dudas debido al ciclo de vida del producto y la creciente competencia. Según varias fuentes del sector, Apple trabaja en un dispositivo de 12 pulgadas que podría ver la luz este mismo año. En el horizonte aparecen las televisiones e incluso un coche eléctrico, motivo que justificaría la contratación de varios empleados de Tesla.

Segundo de los tres hijos de un matrimonio de clase media de Alabama, Tim Cook cuenta con una personalidad mucho menos magnética y alejada de los clichés de Steve Jobs . A pesar de ello, el directivo también ha sido noticia por el reconocimiento de su homosexualidad o, esta misma semana, tras afirmar que donará toda su fortuna, estimada en 785 millones de dólares, sumándose así al club de la filantropía. Eso sí, reservará una cantidad para pagar a su sobrino, entre otras cosas, la universidad.

Es conocido que ambos mantenían una gran amistad, hasta el punto de que Tim Cook se ofreció a donarle un trozo de su hígado, un transplante al que Jobs se negó en rotundo. Un detalle que se conoce en 'Becoming Steve Jobs ', una biografía firmada por Brent Schelender y Rick Tetzeli, que redibuja la imagen que se proyectaba en el superventas de Walter Isaacson, una obra que fue autorizada por el gurú tecnológico que concedió al autor varias entrevistas en el tramo final de su vida.

«Creo que hizo un daño tremendo. Era un refrito de cosas que ya se habían contado. Te llevas la sensación de que era un egocéntrico, codicioso y egoísta. No captó su personalidad», criticó Cook en su momento, a la vez que afirmaba que «nunca habría trabajado para el hombre» que ahí se describía.

El nuevo libro, publicado el martes en Estados Unidos, ha contado con la participación del consejero delegado y otros pesos pesados de Apple como John Ive, director de diseño; o Eddy Cue, encargo de software, quien ha definido el nuevo libro «como el mejor retrato posible».

Ahora, Schelender y Tetzeli aportan nuevos detalles sobre una persona menos temperamental de lo pensado en un primer momento y que, entre otras cosas, visitaba a un monje budista llamado Kobun Chino Otogawa para equilibrar sus sentimientos con los objetivos de su negocio. Jobs , según esta publicación, "no creía en los exámenes", como cuenta un exempleado, o regresaba muchas veces a casa para seguir trabajando pero más cerca de su mujer.

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