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Los coches autónomos y eléctricos son cosa de un futuro cada vez más cercano

Los coches autónomos y eléctricos son cosa de un futuro cada vez más cercano

Las primeras versiones de estos vehículos ya recorren carreteras de todo el mundo

COLPISA/AFP

Londres

Domingo, 19 de noviembre 2017, 19:04

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Serán autónomos, eléctricos y revolucionarán los hábitos de desplazamiento. Propulsados por los avances tecnológicos y los imperativos medioambientales, los vehículos del futuro ya no están tan lejos de nuestro día a día, pero aún les quedan algunos escollos por superar. En un momento en el que cada vez más países anuncian el abandono progresivo de los coches a gasolina y diésel, las primeras versiones de estos vehículos ya recorren carreteras de todo el mundo, ya sea en versiones híbridas o parcialmente autónomas. El cambio afecta también a las mentalidades y a nuestra relación con el hecho de poseer un vehículo, pues hoy en día ya solo hace falta agarrar el teléfono para, en cuestión de minutos, encontrar un coche de alquiler o un chófer.

Según David Metz, experto del Centro para Estudios sobre Transporte del University College de Londres, las ciudades desarrolladas alcanzaron un «pico» en materia de automóviles, y ahora cada vez están menos dispuestas a dar espacio a vehículos que en otro momento se consideraron indispensables. «Constatamos que las zonas urbanas con fuerte densidad tienen más éxito con menos tráfico», destaca, citando el concurrido barrio de Leicester Square, en pleno centro de Londres.

En una muestra de esta evolución, los urbanistas acaban abandonando los modelos de planos ortogonales del siglo XX, pensados en el automóvil.

Los coches privados, que muchas veces están inactivos 23 horas al día, también enfrentan la competencia de los alquileres de corta duración o de los vehículos compartidos, medios de transporte disponibles en todo el mundo e impulsados por las tecnologías móviles. A medio plazo, los coches autónomos son los que van a revolucionar los desplazamientos. Por ejemplo, en China se desarrollan proyectos urbanos para autorizar solo la circulación de vehículos eléctricos, autónomos y públicos, señala Graeme Smith, director general de Oxbotica, una empresa británica que concibe software para vehículos autónomos. «En estas ciudades, su vida sería fundamentalmente diferente», dice a AFP.

Pero el sector todavía tiene que «hacer avances», advierte, como reducir el costo de los sensores con los que están equipados estos coches o mejorar su desempeño. Eso no impide que ya haya algunos coches parcialmente autónomos circulando por las carreteras. En Reino Unido se espera que en 2021 empiecen a aparecer en el mercado vehículos con un nivel 4 de autonomía, es decir, casi total.

La introducción de coches sin conductor podría contribuir a reducir significativamente los atascos, sobre todo al compartir información en tiempo real sobre el estado del tránsito. La transición hacia los autos eléctricos ya comenzó, con constructores dispuestos a asumir el desafío. Por ejemplo, Volvo prevé lanzar solo modelos eléctricos o híbridos a partir de 2019. «Es realmente el objetivo final de la industria automotriz», declaró recientemente Eric Feunteun, director del programa de vehículos eléctricos de Renault, durante una demostración en Utrecht.

¿Vehículos que vuelan?

La iniciativa llega también a través de los estados. Reino Unido y Francia proyectar poner fin a las ventas de vehículos a gasolina o diésel antes de 2024.

O de las ciudades. Londres establecerá una zona reservada a los vehículos limpios en su centro en 2019, y espera ampliar el radio más allá del centro de aquí a 2021. Para lograr imponerse, los autos del futuro deberán resolver, no obstante, una serie de dificultades, empezando por la disponibilidad desigual de las terminales de recarga eléctricas.

Una insuficiencia «deplorable», que se suma a los problemas de autonomía de estos vehículos, lamenta el periodista de automovilismo Matt Robinson, poco convencido por las informaciones proporcionadas por los constructores sobre esta cuestión. Robinson se pregunta también sobre la capacidad de los usuarios para superar su «miedo» a ser pilotados por máquinas. Para estos diversos problemas, los especialistas ya imaginan soluciones: plataformas de recarga sin cables instaladas bajo las rutas, metro capaces de transportar coches o incluso auto-drones voladores.

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