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Saúl Craviotto.
Piragüismo, el deporte que hace sombra a la natación

Piragüismo, el deporte que hace sombra a la natación

Saúl Craviotto, medallista olímpico en Pekín, Londres y Río, desvela los múltiples beneficios del deporte de moda

rubén cañizares

Viernes, 2 de diciembre 2016, 11:16

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Quién no ha escuchado alguna vez la relevancia de practicar la natación cuando eres un crío para lograr un buen desarrollo de tu cuerpo, además de para crecer sano y fuerte? Y así es. No hay una actividad física tan completa como la natación, el deporte rey, junto al atletismo, de los Juegos Olímpicos. Pero en los últimos doce años España se ha descubierto otro deporte que comienza a hacerle sombra: el piragüismo.

Desde Atenas 2004, nuestro país ha conquistado doce medallas, sumando un total de 16, que han convertido al piragüismo en el deporte que más preseas le ha dado a la historia del Olimpismo español. Saúl Craviotto (3 de noviembre de 1984, Lérida), que acumula ya cuatro metales con los dos logrados en los Juegos celebrados en Río el pasado mes de agosto, es uno de los culpables de este boom del piragüismo: «Desde 2004, con las dos medallas que sumó David Cal, el piragüismo se puso de moda y, afortunadamente, el interés por este deporte aumenta año tras año», explica a Salud revista.es el palista catalán, el deportista español con más medallas de la historia (4) tras David Cal (5).

Beneficios del piragüismo

  • 'vademécum'

  • El piragüismo se puede practicar en aguas tranquilas (pantanos, lagos o embalses) y aguas bravas (ríos), y se practica sobre un kayak o canoa de una, dos o cuatro plazas, según la modalidad. Las distancias habituales de competición suelen ser 200, 500 y 1.000 metros. Entre sus muchos beneficios para la salud destacan

  • 1. Mayor capacidad cardiovascular y respiración más eficiente.

  • 2. Desarrollo de la coordinación y el equilibrio.

  • 3. Eliminación de estrés.

  • 4. Alto número de quema grasas.

  • 5. Aumento de la resistencia y capacidad física.

  • 6. Aumento de la masa muscular magra.

  • 7. Mejora de las habilidades sociales y autoestima e impulsa la autosatisfacción.

  • 8. Refuerza la capacidad intelectual.

  • 9. Mejora de la estética del cuerpo.

  • 10. Asimilación de Vitamina D al estar en contacto directo con el sol.

La Federación ha hecho un gran trabajo en lo que llevamos de siglo, sobre todo con los equipos base, y a ello hay que unirle una gran generación de piragüistas: «Si hay gente de alto nivel, crece la competitividad, y eso provoca que saque lo mejor de mí. Ahí está la diferencia entre lograr medalla y quedar quinto o sexto», detalla Saúl, que sabe que es el referente y el causante de que el piragüismo sea el deporte de moda, y no solo por los éxitos de los nuestros a nivel profesional, sino por los múltiples beneficios que tiene para la salud: «Es uno de las actividades físicas que más repercusión positiva tiene en el sistema cardiovascular. Al principio de cada temporada hacemos pruebas de consumo de oxígeno y de esfuerzo y la progresión que yo he sufrido, desde mis inicios, con 18 años, a hoy, que tengo 31, es alucinante. Tanto en pulso como en respiración y, claro, en resistencia y aguante», detalla Craviotto.

El piragüismo es un deporte que conlleva subirse a una embarcación y navegar por el agua, por lo que para evitar riesgos innecesarios, siempre es recomendable que los niños empiecen a practicarlo con un cierto tiempo de experiencia de nado, como le ocurrió a Saúl: «Yo empecé con nueve años. Es lo normal. Si un niño entre cuatro y siete-ocho años vuelca en mitad de un pantano a 200 metros de la orilla, y aún no tiene bien consolidados los conceptos de nadar, puede sufrir un serio disgusto».

Beneficios

Uno de los mayores beneficios de este deporte, como le ocurre a las personas que practican la natación, es el cómputo global de mejora que provoca. Craviotto lo explica a la perfección: «Cuando los aficionados nos ven remando, piensan que nuestro esfuerzo proviene solo de los brazos y un poco de la espalda, pero no es así. En el piragüismo se trabaja todo: piernas, glúteos, oblicuos, abdominales, faja lumbar, dorsal, pectoral, hombro, bíceps, tríceps, cuello... Es un deporte tan completo como la natación. Por ejemplo, los cuádriceps son muy importantes cada vez que metes la patada que aplicará la fuerza a la piragua en el agua. Y digo los cuádriceps porque como están dentro de la canoa, parece que no hacen nada. Y no es así. El piragüismo es una cadena cíclica de la musculatura del cuerpo y es muy importante que nuestra potencia se reparta de igual modo desde nuestro pies a la cabeza».

De hecho, para practicar el piragüismo de un modo correcto y completo, Saúl fortalece su musculatura con otro tipo de actividades físicas. Correr, montar en bicicleta, CrossFit y varias sesiones semanales de pesas también formar parte de la rutina diaria de nuestro medallista olímpico: «El piragüismo te exige un cuerpo sin un mínima grieta. Por eso es tan positivo para nuestro estado de forma y salud».

Otro de las factores que han provocado este auge del piragüismo es su «virginidad» en el tema de lesiones. Apenas hay contratiempos de este tipo y eso es un plus de un valor incalculable: «No es un deporte de contacto como lo puede ser el fútbol o el baloncesto, por ejemplo. Tampoco hay un choque de las articulaciones contra superficies duras, como puede suceder en el atletismo, con el desgaste y el riesgo que ello conlleva. En toda mi carrera, no he tenido ni una sola lesión grave. Solo recuerdo un pequeño contratiempo por un microtraumatismo en el escafoides, y fue por la intensidad que yo le meto habitualmente a la palada. Pero es que tampoco he conocido nunca a ningún compañero que haya dejado de entrenar ni siquiera dos semanas por estar lesionado».

Pero no solo el aspecto interior y exterior salen ganando cuando practicas el piragüismo. También la mente suma salud y vida. El efecto placebo de ejercer esta actividad física al aire libre, rodeado de naturaleza y belleza visual, es un trampolín hacia la felicidad y la paz interior: «La sensación de navegar por encima del agua siempre es bonita y placentera, y si encima lo haces en Asturias entre montes y patos, como me ocurre a mí, pues aún más. Tienes todo el día la mente despejada entre paisajes de ensueño. Eso no tiene precio», concluye Craviotto.

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