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En el Día Mundial de la Danza, los neurólogos destacan sus beneficios para la salud.
Baila y disfruta de la vida

Baila y disfruta de la vida

La danza activa los circuitos neuronales motores y sensoriales y podría ayudar a controlar la hipertensión, diabetes, depresión, obesidad y el estrés. Además estimula la atención, la memoria, la coordinación y la conciencia espacio-temporal

redacción

Viernes, 29 de abril 2016, 15:40

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Las técnicas de neuroimagen han logrado comprobar que la danza genera bienestar entre los que la practican, y se han identificado varias regiones del cerebro implicadas en este proceso: en el lóbulo frontal se produce la planificación del movimiento; la corteza premotora y el área motora suplementaria se encargan de nuestra posición espacial y de permitirnos recordar acciones anteriores; la corteza motora primaria envía instrucciones a los músculos; mientras que el cerebelo y los ganglios basales nos mantienen en equilibrio y permiten la sincronización del movimiento.

Muchos beneficios

«Aunque queda mucho por seguir estudiando, las investigaciones que se han hecho al respecto han determinado que la danza, desde el punto de vista neurológico, es un proceso complejo en el que se activan circuitos neuronales motores y sensoriales a la vez que la música estimula los centros de recompensa del cerebro», dice el doctor Pablo Irimia, vocal de la Sociedad Española de Neurología (SEN). «Además se ha determinado que mientras unas áreas del cerebro se encargan de la orientación corporal y nos permiten movernos en el espacio en la dirección adecuada, existen otras que hacen que podamos sincronizar nuestros movimientos con la música».

Dicen los expertos que el movimiento coordinado de las partes del cuerpo y la alineación corporal adecuada favorecen el funcionamiento correcto de los distintos sistemas del organismo, en especial del sistema nervioso que es el encargado, entre otras cosas, de crear los procesos necesarios para producir movimiento. «Cuando bailamos o hacemos otro tipo de ejercicio físico, estamos trabajando y estimulando diferentes áreas del cerebro», prosigue Irimia. «Y en el paciente neurológico algunos estudios han observado un doble beneficio del baile: por un lado el efecto positivo que tiene la realización de ejercicio físico, como en cualquier persona sana, y por otro estimular las áreas del cerebro que facilitan el equilibrio y la coordinación del movimiento».

Así, el baile podría contribuir a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como hipertensión, diabetes, depresión, obesidad y ayudaría a reducir el estrés y la posibilidad de sufrir diferentes enfermedades neurológicas como el ictus o la demencia (alzheimer o demencia vascular).

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