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En busca del oro blanco... Y sano

En busca del oro blanco... Y sano

La industria alimentaria busca alternativas azúcar y a los edulcorantes artificiales como la sacarina para responder a la tendencia de un consumidor más volcado en su salud

L. Ontiveros

Jueves, 17 de marzo 2016, 15:12

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Los hábitos de consumo comienzan a girar hacia un rechazo paulatino a los productos azucarados, debido a dos causas, según un estudio realizado por AINIA: la primera causa es que, con el envejecimiento de la población, más personas buscan alternativas saludables para compensar las alteraciones metabólicas que sufren, como el descenso a la tolerancia a la glucosa y disminución del consumo energético. La segunda causa es la preocupación de la gente por la obesidad, y sus enfermedades relacionadas como la diabetes. Un informe de MINTEL de diciembre de 2015 revelaba que, aun haciendo ejercicios físicos, los jóvenes buscaban nuevos productos edulcorados que ofrezcan un menor aporte calórico a su dieta, al tiempo que reducían su consumo de azúcar.

No obstante, la tarea de encontrar un sucedáneo al azúcar no es fácil. En los últimos 5 años, en Europa apenas el 5% de los nuevos productos alimentarios lanzados al mercado contienen aditivos edulcorantes de menos nivel calórico que el azúcar, según se desprende del Global New Product Database (GNPD), elaborado por MINTEL. Ante la escasez de resultados, la legislación intenta estimular esta búsqueda, en parte para paliar el gasto sanitario derivado del aumento de las enfermedades asociadas al sobrepeso. Existe, por ejemplo, el Programa H2020 de la Comisión Europea, sobre la seguridad alimentaria y su sostenibilidad, que patrocina proyectos para el desarrollo de edulcorantes y los potenciadores de sabor, como el advantamo y los glucósidos de esteviol.

«Un edulcorante debe presentar una serie de características para ser utilizado en la industria alimentaria, debe ser inocuo, el sabor dulce debe percibirse rápidamente y desaparecer también rápidamente, y tiene que ser lo más parecido posible al del azúcar común, sin dejar sabor residual, además de resistir las condiciones de procesamiento del alimento en el que se va a utilizar, así como a los tratamientos a los que se vaya a someter», recuerdan desde AINIA. «Los edulcorantes artificiales son obtenidos mediante procedimientos químicos con el objetivo de sustituir las calorías extras, pero los consumidores no les perciben como productos saludables. No olvidemos que saludable y natural están íntimamente vinculados en la actualidad. Aunque hoy contamos con diversos edulcorantes de bajo contenido calórico, como los obtenidos del coco y el camote, el que está siendo más demandado y utilizado es la estevia, que es natural y tiene contenido calórico muy bajo, alto poder edulcorante y potenciales propiedades terapéuticas».

Lo saludable se relaciona con lo natural pero además tiene que saber bien y tener valores nutricionales altos. Así, se habla también de moderar el consumo de azúcar, sin llegar a romper con este ingrediente.

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