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Joaquina Dueñas / mujerhoy
Viernes, 20 de enero 2017, 07:59
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Los padres que consideran que sus hijos tienen sobrepeso entre los cuatro y los cinco años pueden crear lo que se conoce como una profecía autocumplida. Un estudio acaba de demostrar que esos niños considerados "gorditos" por sus padres tienden a ganar más kilos en los años subsiguientes a pesar, o quizás gracias, al esfuerzo de la familia por ponerlos a régimen, que aquellos con un peso normal y por cuyo peso sus padres no pierden el sueño.
La investigación publicada en la revista Psychological Science sostiene que estos niños suelen tener una visión más negativa de su cuerpo, y aunque tratan de perder peso continuamente lo único que consiguen es engordar. (Más información en Mujerhoy.com)
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