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La luna Titán y los anillos de Saturno.
Cuando se apague el Sol, ¿a dónde iremos?

Cuando se apague el Sol, ¿a dónde iremos?

Quedan miles de años para que el Sol cambie de fase y calcine los planetas más próximos al astro rey, pero los astrónomos ya buscan planetas habitables. Las lunas de Júpiter y Saturno han sido las últimas en llamar la atención de la Ciencia

josé a. gonzález

Domingo, 22 de mayo 2016, 00:39

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En una galaxia muy muy lejana Así comienza la introducción de la saga de películas más galáctica de Hollywood. Aunque a día de hoy suene a ciencia ficción en las agencias espaciales de los países punteros en la materia ya piensan en vivir en otros planetas u otras galaxias.

Al menos así lo demuestran las conclusiones de los astrónomos Ramses Ramirez y Lisa Kaltenegger en la revista Astrophysical Journal y que miran hacia las lunas de Júpiter y Saturno. Aunque realmente el trabajo se centra en descubrir planetas, intentar analizar su composición química y entender cómo se forman los sistemas planetarios; en paralelo los biólogos, intentan comprender qué es la vida y cómo se puede originar y desarrollarse en entornos muy diversos, señala Benjamín Montesinos, del departamento de Astrofísica CSIS-INTA.

El Sol continúa cumpliendo años, creciendo en tamaño y consumiendo hidrógeno que le permite seguir funcionando. Con más de 5.000 millones de años, aunque aún le quedan alrededor de 4.000 millones.

A partir de esa lejana fecha el Sol saldrá del periodo evolutivo tranquilo en el que se encuentra, señala Montesinos. Si se muere el Sol, la Tierra queda reducida a cenizas, añade.

Desde que se produjeron las primeras reacciones nucleares en el centro del astro rey, éste ha ido creciendo en tamaño hasta estabilizarse dentro del periodo actual. Tras abandonar el periodo evolutivo tranquilo que señala el astrónomo Montesinos, el Sol pasará a la fase gigante roja.

En el artículo de Ramirez y Kaltenegger, ambos astrónomos establecen una nueva zona habitable del Sistema Solar y dirigen las miradas hacia Júpiter y Saturno, donde el calor y la radiación Solar permitirán la existencia de agua líquida.

Aunque de momento no se han descubierto zonas con condiciones habitables para los seres humanos, puntualiza Montesinos. Lo que sí se han descubierto son planetas orbitando otras estrellas en lo que los astrónomos llaman la 'zona de habitabilidad' que es una región o un conjunto de órbitas en las cuales un planeta dotado de una atmósfera y de agua, podría mantener ese agua en estado líquido. Pero sabemos muy poco de esos planetas: en el mejor de los casos, aparte de su periodo orbital, sabemos su radio y su masa, explica.

Marte, banco de pruebas

La tecnología y la innovación son dos conceptos totalmente ligados a la astronomía y con la ayuda del telescopio espacial Kepler, la NASA ha conseguido descubrir 1.284 nuevos planetas fuera del Sistema Solar. Aunque la noticia es que un total de nueve reúnen características similares a la Tierra, con lo que la base de datos de exoplanetas habitables de la NASA aumenta a 21.

Esto nos da esperanzas de que en algún lugar allí afuera, alrededor de una estrella similar a nuestro Sol, podemos eventualmente descubrir una nueva Tierra, explicó Ellen Stofan, científica jefe de la sede de la NASA en Washington.

Sin embargo, toda la atención se centra en Marte, porque las misiones robóticas que se han enviado y las imágenes proporcionadas por las naves que lo orbitan nos han mostrado que hubo agua en su superficie, que ese agua corrió por ríos y cañones, y por tanto es atractivo buscar trazas de vida en ese planeta, explica Montesinos.

Marte es el principal banco de pruebas por su cercanía, porque la cercanía del planeta rojo a la Tierra hará imposible el desarrollo de la vida humana tras la explosión del Sol dentro de 5.000 millones de años. La zona habitable para los astrónomos comienza en Júpiter.

Explorar el Sistema Solar

El objetivo obviamente es explorar otros lugares del Sistema Solar con interés 'astrobiológico' como por ejemplo Titán (satélite de Saturno), Europa (satélite de Júpiter) y continuar con los desarrollos tecnológicos que nos permitan analizar la composición de planetas que orbitan en torno a otras estrellas y a los que no podemos viajar debido a las enormes distancias, comenta Montesinos.

Para ello la NASA ha comenzado la financiación de ocho conceptos de tecnología avanzada que funcionarios de la agencia creen que podrían ayudar a transformar la ciencia y la exploración espacial.

Entre los proyectos auspiciados se incluye una posible manera de inducir un estado similar a la hibernación en los astronautas con destino a Marte y una propuesta para impulsar una pequeña nave espacial interestelar usando láseres de gran alcance.

Con esta noticia, el problema del viaje estaría Solucionado. Pero los astrónomos estadounidenses van más allá y resuelven otra duda: ¿hay agua? Tanto Júpiter como Saturno son dos grandes planetas gaseosos que serán inhabitables. La respuesta se encuentra en sus satélites Europa y Encélado que son lunas en agua helada.

Pero todas las incógnitas planteadas en el estudio de Ramirez y Kaltenegger tienen una rápida explicación a día de hoy y no a tan largo plazo lo lo que mejor podemos hacer es cuidar nuestro planeta, que lo tenemos un poco descuidado, porque los viajes interestelares son ciencia ficción.

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