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Vista del fénix de radio.
El telescopio Chandra observa un 'radio fénix'

El telescopio Chandra observa un 'radio fénix'

Se trata de una nube de electrones desvanecida que "vuelve a la vida" tras el choque de dos cúmulos de galaxias

europa press

Jueves, 27 de agosto 2015, 16:02

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Un grupo de astrónomos ha encontrado pruebas de una nube de electrones desvanecida "volviendo a la vida" igual que el ave fénix, después del choque de dos cúmulos de galaxias.

Este fénix de radio, llamado así porque los electrones de alta energía irradian principalmente en las frecuencias de radio, se encuentra en Abell 1033. El sistema está a alrededor de 1.600 millones de años luz de la Tierra.

Al combinar los datos del observatorio de rayos X Chandra de la NASA, el Westerbork Synthesis Radio Telescope en los Países Bajos, el Karl Jansky Very Large Array, y el Sloan Digital Sky Survey (SDSS), los astrónomos fueron capaces de recrear la narrativa científica detrás de este intrigante hecho cósmico.

Los cúmulos de galaxias son las mayores estructuras del Universo unidas mediante la fuerza de gravedad. Están compuestos de cientos o incluso de miles de galaxias individuales, materia oscura invisible, y enormes reservas de gas caliente que brillan en luz de rayos X. Entender cómo crecen estos cúmulos resulta crucial a la hora de analizar cómo evoluciona con el tiempo el propio Universo.

Los astrónomos creen que el agujero negro supermasivo, cerca del centro de Abell 1033, entró en erupción en el pasado. Corrientes de electrones de altos niveles de energía llenaron una región de cientos de miles de años luz de diámetro, lo que produjo una nube de emisión de radio brillante. Esta nube estuvo desvaneciéndose durante un período de millones de años, a medida que los electrones perdían energía y la nube se expandía.

Renacido recientemente

El fénix de radio surgió cuando otro grupo de galaxias se estrelló contra la agrupación original, enviando ondas de choque a través del sistema. Estas ondas de choque, similares a explosiones sónicas producidas por chorros supersónicos, pasaron a través de la nube de electrones en estado latente. Las ondas de choque comprimieron la nube y recargaron de energía los electrones, lo que causó que la nube brillase de nuevo en las frecuencias de radio.

Los astrónomos creen que el fénix de radio que se observa ha renacido hace poco tiempo, ya que estas fuentes se desvanecen muy rápidamente cuando se encuentran cerca del centro del cúmulo, ya que este está en Abell 1033. Debido a la intensa densidad, la presión y los campos magnéticos están cerca el centro de Abell 1033; un ave fénix de radio se espera que solo dure unas pocas decenas de millones de años.

El artículo que describe estos resultados ha sido publicado en una edición reciente de la revista Monthly Notices de la Royal Astronomical Society.

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