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La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre. / Foto: Efe | Vídeo: Atlas
Aguirre acusa a los agentes de Botella de «detención ilegal» e incendia el PP
incidente de tráfico

Aguirre acusa a los agentes de Botella de «detención ilegal» e incendia el PP

El incidente en la Gran Vía madrileña se convierte en un inesperado lío para Génova por la insistencia de la expresidenta por exculparse

MELCHOR SÁIZ-PARDO

Sábado, 5 de abril 2014, 06:44

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Al principio era un rumor divertido. Más tarde fue un cotilleo más o menos confirmado. Luego fueron fotos de turistas de Madrid en Twitter que daban credibilidad a una historia hasta entonces inverosímil. Siguió la rocambolesca huída hacia casa perseguida por los municipales. Y al final, la denuncia: la expresidenta de Madrid y aun lideresa del PP en Madrid, Esperanza Aguirre, se había dado a la fuga después de que intentaran multarla por aparcar en el carril bus en plena Gran vía y encima había arrollado a una moto de los agentes de Movilidad que trataban de sancionarla.

¿Pero la denuncia de los agentes era de verdad el final? No. La cosa todavía se podía complicar más. Y así fue conforme avanzaban las horas hasta terminar en un verdadero dolor de cabeza para la dirección del Partido Popular, que asistía -entre "ojiplática", divertida y preocupada- al cariz que estaba tomando un asunto, en principio, trivial.

Aguirre, en un intento de explicar lo inexplicable, emitía a primera hora de la tarde del jueves un comunicado en el que reconocía que se había marchado por las buenas cuando los agentes todavía no habían terminado el papeleo, pero negaba haberse "dado a la fuga" porque les había dicho que ya sabían dónde encontrarla (en su casa) mientras arrollaba una de sus motos, según el atestado policial.

Tras llevarse por delante a la motocicleta, siguió una persecución en la que Aguirre se negó a parar (siempre según los atestados) y la historia terminó en la puerta de su casa cuando los siete policías municipales que llegaron hasta su palacete en Malasaña se negaron a rellenar el 'parte amistoso' que le ofrecían los guardias civiles de la escolta de la denunciada para dar por zanjado el asunto. Siempre a cuenta del 'seguro a todo riesgo' de la conductora.

Pero ahí no terminaba la cosa. Por la tarde, Esperanza Aguirre pareció arrepentirse. Es más, pidió disculpas en un comunicado y las aguas por un momento parecía que volvían a su cauce, al margen del hecho de que la líder del PP de Madrid anduviese jugando al ratón y al gato con la autoridad.

Pero por la noche todo cambió de manera inopinada. Y lo que eran disculpas se tornaron en acusaciones. Aguirre Se fue calentando. Lo que al principio fue un golpe "sin querer" a la moto, luego se tornó en que el vehículo "se cayó solo" porque estaba "malísimamente aparcado".

Versión 2.0

La versión fue mejorando conforme pasaban las horas y caían las sombras en Madrid. La todavía presidenta de los populares de la comunidad empezó a amagar en la Cadena Ser, ya bien entrada la noche, con denunciar a los funcionarios de Movilidad del Ayuntamiento de la capital (los ayudantes que los municipales que tratan de canalizar el tráfico en la urbe) por "detención ilegal", "machismo" y "prepotencia" por haberle tenido quince minutos de burocracia en la Gran Vía sin explicarle el motivo cuando ella -ya les había insistido- que tenía "prisa". Todo lo que perseguían los reguladores del tráfico, según ella, era conseguir una "foto" de la expresidenta autonómica multada.

Las declaraciones nocturnas de Aguirre provocaron un tsunami en el Ayuntamiento de Madrid, hasta entonces dispuesto a dejar el incidente en los 200 euros de multa por aparcamiento y, si acaso, una falta de rebelión a la autoridad.

Las acusaciones de la presidenta del PP a los agentes del Consistorio madrileño encendieron esta madrugada hasta a los más templados de los 'populares' en el ayuntamiento, que no daban crédito a que Esperanza Aguirre, en "una huída hacia adelante" por un "calentón" estuviera dispuesta a abrir un frente de disputa con Ana Botella y su equipo.

Los sindicatos, los trabajadores y los técnicos del consistorio exigieron a Botella una declaración de apoyo. El ayuntamiento la hizo, pero Esperanza Aguirre subió el tono ya casi de madrugada y el consistorio madrileño, desbordado por un incidente que creía "muy menor", no sabía qué hacer. A las 2:00 de la madrugada de este viernes el incendio del accidente de la expresidenta madrileña había llegado a la calle Génova, una sede en la que estaban preparados para casi todo, "pero no para esto", según admitieron responsables populares.

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