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Autopista de peaje. / Archivo
Todas las partes dan por hecha la creación de una nueva sociedad pública de autopistas
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Todas las partes dan por hecha la creación de una nueva sociedad pública de autopistas

Abertis niega que el rescate de las vías de peaje en quiebra suponga “una socialización de las perdidas frente a la privatización de los beneficios”

J. A. BRAVO

Martes, 1 de abril 2014, 21:52

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Es sólo cuestión de días que el Gobierno anuncie de forma oficial la creación de la nueva Empresa Nacional de Autopistas, que evocará la sociedad que se privatizó en 2003 y que contará con capital al 100% público. La única duda por despejar es cómo quedará la letra pequeña, y es ahí donde las constructoras han sido las últimas que no las únicas- en mover ficha al pedir al Ministerio de Hacienda que les permita monetizar antes de plazo los bonos a 30 años con que les compensaría por el 50% de la deuda que arrastran debido a la quiebra de nueve vías de peaje.

La ya famosa quita del 50% respecto al pasivo global de 4.600 millones de euros es asumida por todos los actores, pero las empresas tratan de incluir unos últimos matices que no resultan precisamente inocuos. La patronal de las grandes constructoras y las concesionarias de autopistas, Seopan, acepta ahora que la quita se extienda a todos los conceptos pendientes de pago, lo que incluye los 475 millones de euros que estiman en sobrecostes por la construcción de las llamadas autovías de última generación a principios de este siglo. Incluso asumirían un recorte mayor, pero a cambio quieren que se les permita hacer líquidos los referidos bonos en un plazo prudencial, alejado de los tres decenios que maneja el Gobierno.

Hablamos en su caso de una cantidad de 230 millones a la banca acreedora le corresponderían alrededor de 2.050 millones-, respecto a la que Hacienda no vería con malos ojos realizar un abono anticipado (a cargo de las arcas públicas) si, al menos, ha transcurrido un plazo de entre cinco y 10 años y se aplica una nueva quita sobre el total que, según el sector, podría rondar el 10%. Otra opción que manejan en el departamento de Cristóbal Montoro es dividir esa deuda en varios tramos con distintos períodos de cobro y penalizaciones en función del grado de anticipación con que se cobraran respecto al plazo inicial de 30 años.

Sea como fuera, para el presidente de Seopan, Julián Núñez, el rescate de las vías de pago en concurso de acreedores será una magnifica operación para el Estado pues, según sus cuentas, con ello se ahorrará unos 5.000 millones de euros que debería afrontar en caso de quebrar aquella por su responsabilidad patrimonial. En declaraciones a RNE, se alineó con la tesis de la ministra de Fomento, Ana Pastor, en el sentido de que la nueva sociedad pública de autopistas no costará un euro a los ciudadanos, aunque sí asumirá la mitad de la deuda pendiente.

No forzar responsabilidades

En esa misma línea, el presidente de Abertis -líder mundial en la gestión de autopistas y parte directa en este conflicto como accionista de varias de las autopistas en quiebra-, Salvador Alemany, rechazó al referirse a su rescate por el Estado que pueda hablarse de una socialización de las pérdidas frente a una privatización de los beneficios. No es cierto explicó antes de la junta general de accionistas de la compañía celebrada este martes, que aprobó sus cuentas de 2013 con un beneficio de 617 millones de euros-, porque los accionistas pagarán también el coste de la mala planificación de estas infraestructuras, los sobrecostes de las expropiaciones y el desplome de la demanda por la crisis.

En cualquier caso, para Alemany no hay que ser beligerantes ni forzar demasiado las responsabilidades de cada partes, puesto que los errores cometidos ya están ahí. Asimismo, recordó que al tratarse de concesiones el dueño es el Estado que, de esta forma, sólo recuperaría de forma anticipada algo que ya le pertenece. En cuanto al tráfico en las autopistas de peaje, se felicitó por el hecho de que haya crecido un 1,5% hasta febrero, en lo que supone el primer dato positivo desde 2008; sin embargo, en las nueve vías en quiebra sobre las que se negocia la demanda de vehículos se desplomó un 52% en los dos primeros meses del año.

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