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Manifestación pro LGTB en el recorrido de la marcha en Nueva York. / Efe
Un San Patricio sin alcalde, cervezas ni homosexuales
ESTADOS UNIDOS

Un San Patricio sin alcalde, cervezas ni homosexuales

A pesar del rechazo de De Blasio, Guiness y Heineken tras el veto a la comunidad LGTB, Nueva York celebra la gran fiesta de los irlandeses a los grandes

MATEO SANCHO GARDIEL (EFE)

Martes, 18 de marzo 2014, 00:14

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Pese a la ausencia histórica del alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, como apoyo a la comunidad homosexual y la retirada de patrocinio de cervezas como Heineken y Guinness, las calles de Nueva York celebraron San Patricio hoy con su habitual nivel de diversión, gaitas y alcohol en las venas. De Blasio, que sí acudió a la misa en la catedral de San Patricio y ofició el desayuno tradicional en la residencia oficial de Gracie Mansion, había mostrado su desacuerdo con los organizadores "por su exclusión de algunas personas de esta ciudad".

A su postulado se sumaron tres grandes marcas de cerveza, como la holandesa Heineken, la estadounidense Samuel Adams y, sobre todo, la icónica Guinness, de Irlanda, que reconoció que no podía apoyar la marcha dado su "larga historia apoyando la diversidad y abogando por la igualdad", pero la fiesta siguió su camino.

El presidente de la Liga Católica de Nueva York, Bill Donahue, había negado las acusación de exclusión al colectivo LGBT asegurando había "invitado a los gays a desfilar... siempre que no llamen la atención sobre sí mismos o causas extrínsecas. El desfile no es sobre la homosexualidad o el aborto, o nada que no sea honrar a San Patricio", dijo tras saberse que De Blasio no acudiría. Y sí acudió al desfile el primer ministro de Irlanda, Enda Kenney.

Pero al margen del enfrentamiento entre organizadores, políticos y empresarios, el pueblo irlandés y muchos estadounidenses sin vínculo sanguíneo con ellos decidieron celebrar sin prejuicios y bajo el frío la que está considerada una de las fechas más lúdicas de la ciudad, junto, precisamente, el desfile del Orgullo Gay o el Desfile Nacional de Puerto Rico. Así, a mediodía los alrededores de la Quinta Avenida, poblados por unos dos millones de personas, según los organizadores, mostraban un color predominante, el verde, y la multitud mostraba un estado de ebriedad considerable en el que, a la habitual exaltación de la amistad, se sumó la exaltación al colectivo homosexual.

"No puedo hablar ante la cámara porque estoy muy borracha, pero adoro a los gays", decía una joven estadounidense, en medio de una ruidosa masa llena de tréboles, banderas y sombreros de copa de color verde esmeralda. "A mí me parece bien el matrimonio gay. Mi primo es gay y se casó hace poco. En lo que respecta a que no haya venido el alcalde, él tendrá sus razones para no hacerlo. Quizá sea una declaración de principios, supongo", decía más sobrio uno de los asistentes, que no quiso perderse la celebración pese a su apoyo a la comunidad homosexual.

"Es San Patricio, así que solo queremos pasarlo bien. Ellos tienen su día, nosotros tenemos el nuestro. Hemos venido a divertirnos", decía un irlandés vestido de verde y con barba postiza en un desfile que ha ido combinando la vocación católica con la que nació en 1762 (antes incluso de la independencia estadounidense) con la celebración popular, carnavalesca y laica. Incluso hoy en día se ha convertido en un evento con tirón comercial, como se podía ver en los puestos de recuerdos con camisetas que cambiaban el típico corazón de 'I love NY' por un trébol.

'San Patricio para todos'

Desde "San Patricio para todos", la organización que cada año desde el 2000 organiza un desfile alternativo para reivindicar la inclusión de los homosexuales, también celebraron que la gente haya festejado hoy pero cargaron contra los organizadores. "Los organizadores no reflejan a la gran mayoría de gente decente del país, que quiere dejar atrás toda polémica. Lo que es increíble es que los organizadores usaran la fe como motivo para excluir", asegura a Efe Brendan Fay, uno de los fundadores de esta iniciativa a la que sí acudió De Blasio el pasado 2 de marzo.

"San Patricio para todos" surgió después de que en 1999 se detuvieran a varios manifestantes en Manhattan, Queens y Brooklyn por acudir con banderas y pancartas de defensa del colectivo homosexual a las celebraciones de San Patricio. "Este desfile que celebra la historia de una comunidad emigrante luchadora, que tuvo que luchar contra una intolerancia tremenda en su momento. Por eso es trágico ver a irlandeses discriminando ahora", aseguró.

Y Fay agradeció al alcalde de Nueva York que su ejemplo "ha sido seguido en todo el mundo", hasta el punto de que el desfile de San Patricio en Dublín tuvo un gesto hacia la comunidad gay al hacer convivir el color rosa con el tradicional verde, mientras que en Boston, una de las ciudades con mayor población de origen irlandés, el primer alcalde de raíces irlandesas en 20 años, Martin Walsh, se unió a la protesta. "Como alcalde de la ciudad de Boston, tengo que hacer todo lo posible para asegurar que todos los ciudadanos son libres de participar en la vida cívica de nuestra ciudad", explicó Walsh al anunciar que se unía a De Blasio en el desplante.

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