Obama y Merkel abordan posibles medidas para poner fin a la violencia

El presidente de EE UU, Barack Obama, y la canciller alemana, Angela Merkel, han analizado en una conversación telefónica posibles medidas para poner fin a la violencia en Ucrania y lograr una "solución política" en beneficio del pueblo ucraniano.

Obama y Merkel coincidieron en que "es fundamental" que Estados Unidos, Alemania y la Unión Europea (UE) "permanezcan en estrecho contacto en los próximos días" sobre las "medidas" que se pueden adoptar contra la violencia en Ucrania, según detalló la Casa Blanca en un breve comunicado.

Mientras, el portavoz adjunto de la Casa Blanca, Josh Earnest, comentó en una rueda de prensa que Obama está "considerando activamente" un "rango de opciones" ante la situación en Ucrania, pero todavía no ha tomado una decisión al respecto.

Este miércoles el Gobierno estadounidense anunció la prohibición de emisión de visados de entrada a 20 funcionarios de Ucrania a los que considera responsables de la violencia contra los manifestantes registrada en Kiev. Merkel también ha hablado por teléfono con el presidente ucraniano, Viktor Yanukóvich, a quien instó a retomar "urgentemente" el diálogo con la oposición y aprovechar la disposición a mediar de la UE.

Por su parte, EE UU urgió a Yanukóvich a "retirar inmediatamente" del centro de Kiev a las fuerzas de seguridad, que han utilizado munición de combate contra los manifestantes, según la oposición, y a "respetar el derecho a la protesta pacífica". "Instamos a las Fuerzas Armadas de Ucrania a no involucrarse en un conflicto que puede y debe ser resuelto por medios políticos", subrayó la Casa Blanca.

La residencia presidencial expresó, además, su indignación "por las imágenes de las fuerzas de seguridad ucranianas disparando armas automáticas contra su propio pueblo". Varias decenas de personas murieron hoy en las calles de Kiev durante una jornada de violencia armada, mientras los ministros de Exteriores de tres países europeos intentan mediar en el conflicto ante el presidente Yanukóvich.

Sanciones que se aplicarán en función a los acontecimientos

Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) han logrado un acuerdo político unánime para aplicar sanciones a personas relacionadas con la violencia y el uso excesivo de la fuerza en Ucrania, que aplicarán en función de la evolución de los acontecimientos sobre el terreno.

"A la luz del deterioro de la situación, la UE ha decidido como cuestión de urgencia introducir sanciones específicas incluyendo la congelación de activos y prohibición de visado a los responsables de violaciones de los derechos humanos, violencia y uso excesivo de la fuerza", indicaron los ministros en la declaración aprobada hoy. También decidieron suspender las licencias para exportar a Ucrania "equipos que puedan ser utilizados para la represión interna" y reevaluar las licencias de exportación de tecnología y equipos militares, pero no pactaron un embargo de armas.

Para hacer efectivas esas propuestas, los ministros instaron a los grupos de trabajo del Consejo a hacer "las preparaciones necesarias", una tarea que comenzará el viernes, según fuentes comunitarias. En todo caso, subrayaron que "la escala de la implementación (de las medidas) se llevará adelante a la luz de los acontecimientos en Ucrania".

El secretario de Estado español de Exteriores, Gonzalo de Benito, señaló a la prensa al término de la reunión convocada de urgencia para tratar de Ucrania que los nombres de la lista de sancionados "van a llegar salvo que hubiera un cambio radical en las próximas 24 o 48 horas" y añadió que podría incluir "un grupo muy reducido, de 8 a 10 personas como máximo".

Sobre la inclusión del presidente ucraniano, Viktor Yanukóvich, en la lista, De Benito afirmó: "Eso tenemos que verlo en función de la información que venga de Kiev, pero creo no", en referencia a que "la UE lo que sigue queriendo es mantener una interlocución con el régimen ucraniano". Los ministros señalaron en su declaración que están "horrorizados" y "consternados" por el deterioro de la situación en Ucrania, donde hay decenas de muertos y cientos de heridos. Condenaron "en los más firmes términos la violencia" y pidieron "total respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales", incluido el derecho al acceso a la atención médica.

En concreto, instaron al Gobierno ucraniano a "ejercer la máxima contención" y, a los líderes de la oposición, a "distanciarse" de los que lleven a cabo acciones radicales o violentas. Urgieron al Gobierno a "acatar sus obligaciones bajo los instrumentos internacionales de derechos humanos" y pidieron evitar "cualquier escalada", como con la instauración del estado de emergencia o el uso de las fuerzas armadas contra manifestantes.

El Consejo pidió a todas las partes comprometerse sin más tardanza en un "diálogo significativo" que pueda cumplir las aspiraciones democráticas legítimas del pueblo ucraniano. Al respecto, recordó la disposición de la UE a ofrecer su asistencia para promover el diálogo entre las partes y ayudar a rebajar la tensión. "La primera responsabilidad para parar esta situación es del presidente" Yanukóvich, dijo en rueda de prensa la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, al tiempo que resaltó que "los que cometieron esos actos de violencia han de ser llevados ante la justicia y el Gobierno tiene su responsabilidad en ello".

Los ministros recalcaron que la UE "sigue creyendo que cualquier solución duradera a la crisis política debe incluir reformas constitucionales, la formación de un nuevo Gobierno inclusivo y que se creen las condiciones para la celebración de elecciones democráticas". Igualmente, la UE afirmó que está preparada para apoyar a Ucrania en su proceso de reformas y aseguró que mantiene la oferta de un acuerdo de asociación. Se comprometió, además, a reforzar los contactos ciudadanos europeos y ucranianos por medios como un proceso de liberalización de visados.