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Íñigo Domínguez, durante la entrevista./ Foto y vídeo: Óscar Chamorro
Íñigo Domínguez: «El italiano ve a la mafia con fatalismo y derrotismo»
ENTREVISTA

Íñigo Domínguez: «El italiano ve a la mafia con fatalismo y derrotismo»

El periodista y corresponsal en Roma analiza en ‘Crónicas de una mafia’ una de las organizaciones criminales más famosas del mundo

DANIEL ROLDÁN , VÍDEO: ÓSCAR CHAMORRO

Sábado, 8 de febrero 2014, 14:50

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Nacieron juntas y juntas permanecen. Y por muchos años, a pesar del esfuerzo de unos pocos valientes. Un puñado de ciudadanos que intentan acabar con una organización criminal extendida desde una pequeña isla al sur de la península itálica y de allí a Estados Unidos. La mafia y sus integrantes son ahora analizados por Íñigo Domínguez, corresponsal de este periódico en Roma, en Crónicas de la mafia (Libros del K.O.) donde explica cómo la organización sobrevive, trabaja y se adapta a los tiempos. Solo con el fascismo estuvo apartada del poder, indica el autor, que navega por la historia de estos delincuentes de las dos orillas el Atlántico.

Domínguez explica que no se no se puede entender Italia, sobre todo desde la Segunda Guerra Mundial, ni la política ni el poder sin la mafia, apunta el periodista. La sociedad italiana, mientras tanto, vive en una extraña dicotomía. Durante un tiempo era un tabú porque por una parte no se hablaba de ello y por otra se desconocía qué era la mafia. Ahora lo ven con cierto fatalismo y derrotismo, indica Domínguez.

Una imagen de la mafia que se asemeja más a los perfiles dibujados por Martin Scorsese en Uno de los nuestros (Es totalmente descarnado) o la que se puede apreciar en series como Los Soprano. Son mafiosos de andar por casa, más banales, sin el oropel de El Padrino, apunta. Porque la película de Francis Ford Coppola dio bríos a los mafiosos. Se sentían identificados con ese mundo, aunque intentaron que no se rodara la película.

Comienza el rodaje y Joe Colombo, jefe de una de las cinco familias de Nueva York consigue una reunión con Al Ruddy, el productor. Le pide que no aparezca la palabra mafia. Ruddy hace memoria del guión y recuerda que solo sale una vez. Disimula que es un sacrifico y acepta quitar toda la referencia a la mafia. Después, Colombo tuvo un atentado y no vio nunca la película, comenta el periodista, que en el libro desgrana como las diferencias entre los capos sicilianos, mucho más discretos y a la sombra, y sus primos americanos, integrados y codeándose con la alta sociedad.

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