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situación crítica en siria

El régimen y Hizbulá asedian el bastión rebelde de Al Quseir

Los bombardeos con aviones y artillería pesada han provocado al menos 40 muertos

EFE

Martes, 21 de mayo 2013, 18:19

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Las fuerzas del régimen sirio, apoyadas por milicianos del grupo chií libanés Hizbulá, han lanzado una amplia ofensiva para recuperar el bastión rebelde de Al Quseir, coincidiendo con un nuevo rechazo del presidente Bachar El-Asad a abandonar el poder.

Al Quseir, fronteriza con el Líbano y blanco desde hace días de los ataques de las tropas gubernamentales y los combatientes de Hizbulá, ha sufrido en esta jornada fuertes bombardeos y enfrentamientos entre este bando y los rebeldes que han causado más de cuarenta muertos.

El general rebelde Abdel Halim Ganun, comandante de brigadas del Ejército Libre Sirio (ELS) en Al Quseir, ha explicado por teléfono que la fuerza combinada utilizó "todo tipo de misiles, aviones Mig y barriles de explosivos" para bombardear esta localidad. "Tenemos pruebas y cadáveres de milicianos de Hizbulá con sus carnés de identidad en Al Quseir, que confirman que este grupo ha participado en la operación", ha afirmado el general.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha informado en un comunicado de renovados bombardeos con aviones y artillería pesada y ha situado la cifra de víctimas en 40 muertos, entre ellos tres mujeres y 21 combatientes rebeldes. Por su parte, la Comisión General de la Revolución Siria ha elevado a 48 los fallecidos y a más de 450 los heridos, y ha detallado que un hospital de campaña se ha visto afectado por los bombardeos.

La versión oficial apunta a que el Ejército ha logrado tomar el control del céntrico ayuntamiento de Al Quseir y continúa persiguiendo a los "terroristas", como se refieren las autoridades a la oposición armada. Según la agencia estatal de noticias Sana, unidades de las Fuerzas Armadas restauraron la seguridad en el centro de Al Quseir y causaron "grandes pérdidas en las filas de los terroristas". Sin embargo, los grupos de activistas han negado que las tropas gubernamentales controlen lugares clave de la ciudad y han afirmado que los combates persisten para frenar al Ejército y los milicianos de Hizbulá.

La implicación de Hizbulá en el conflicto sirio es denunciada desde hace meses por la oposición siria, y el líder del grupo chií, Hasan Nasralá, aseguró recientemente que no dudará en defender al régimen de sus enemigos, como Estados Unidos, Israel o los grupos 'takfiríes' (radicales islámicos).

Los opositores reclaman la intervención de la Liga Árabe

Por ello, la Coalición Nacional Siria (CNFROS) ha pedido la actuación de la Liga Árabe para cesar la intervención en el conflicto sirio de Hizbulá y de Irán, principal aliado de Damasco en la región. El presidente del comité legal de la CNFROS, Haizam Maleh, ha explicado que ha solicitado al secretario general de la Liga Árabe, Nabil el Arabi, que intervenga ante el Consejo de Seguridad de la ONU para dar una salida a esta situación.

En un comunicado, la CNFROS ha alertado de que las fuerzas del régimen se preparan para "irrumpir en Al Quseir y perpetrar una nueva masacre de civiles". Según la oposición, esta ofensiva es una "campaña militar organizada y planificada, que cuenta con la conspiración y el apoyo estratégico de los países y organizaciones terroristas que apoyan al régimen de El-Asad".

La ofensiva contra Al Quseir coincide con la publicación de una entrevista de El-Asad en el diario argentino 'Clarín', en la que ha rechazado de nuevo la posibilidad de renunciar al poder para concluir la crisis en su país, ya que ha sido elegido y es el pueblo quien decide su permanencia. El-Asad considera "inadmisible" que fuercen su salida porque "Estados Unidos lo quiere o porque los terroristas lo piden", y ha subrayado que el factor más importante que ha agravado el conflicto es la intervención extranjera.

En cuanto al uso excesivo de la fuerza y la gran cantidad de víctimas mortales, el mandatario ha afirmado que muchos de los fallecidos "son extranjeros que vinieron a matar al pueblo sirio" y que su régimen "responde según el tipo de terrorismo que afronta".

Sobre esa intervención extranjera, El-Asad ha acusado también a Israel de respaldar directamente a los grupos terroristas, con apoyo logístico e instrucción sobre qué sitios atacar, pero ha negado que en las filas gubernamentales haya extranjeros. Aunque admite que hay miembros de Hizbulá e iraníes en Siria, subraya que estos ya se encontraban en el país antes de que estallara la crisis, para la que numerosos esfuerzos internacionales no han hallado una solución.

La última iniciativa es una conferencia propuesta para finales de mes por EE UU y Rusia, que pretende reunir a representantes del régimen y de la oposición. Al respecto, El-Asad ha señalado que espera que "configure un encuentro internacional para ayudar a los sirios", aunque ha lamentado que muchos países occidentales no quieren efectivamente una solución en Siria.

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