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REDACCIÓN
Domingo, 20 de abril 2014, 12:39
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Es una de las historias más dramáticas acontecidas tras la explosión de dos artefactos artesanales en el maratón de Bostón. Dos hermanos que asistían como espectadores a la carrera han perdido una pierna cada uno, según explica 'The Boston Globe' en un artículo.
Liz Norden, madre de cinco hijos, recibió una terrible llamada ayer. "Mamá, estoy muy herido". Era su segundo hijo, de 31 años, estaba en una ambulancia y era trasladado al centro médico Beth Israel Deaconess tras la explosión de dos artefactos artesanales en la meta de la carrera. Había ido con su hermano mayor, de 33 años, a ver el maratón de Boston. En aquella llamada, ya explicaba que sus piernas se habían quemado y que no sabía nada de su hermano.
Dos horas y decenas de llamadas más tarde, Liz Norden reconstruía todo el horror y comprendía que la vida de sus dos hijos había cambiado para siempre. Cada uno de ellos ha perdido una pierna, por debajo de la rodilla. "Nunca, ni en mis peores pesadillas, me habría imaginado que esto iba a pasar", asegura Norden al diario norteamericano. De momento, la mujer no ha podido visitar a sus hijos porque los médicos no han autorizado visitas.
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