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Hugo Chávez. / Archivo
Del «por qué no te callas» al «gran amigo de España»
FIN DE UNA ERA EN VENEZUELA

Del «por qué no te callas» al «gran amigo de España»

Las autoridades españolas y Hugo Chávez vivieron continuos enfrentamientos dialécticos, lo que no impidió que el líder venezolano se erigiese en uno de los principales clientes de la industria militar española

ANDER AZPIROZ

Martes, 19 de marzo 2013, 08:16

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El famoso por qué no te callas que don Juan Carlos le espetó a Hugo Chávez en la Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile fue sin duda el episodio más famoso en la relación entre España y el mandatario venezolano.

La reprimenda del Rey ante todos los dirigentes latinoamericanos se produjo mientras el comandante lanzaba un duro ataque contra el expresidente José María Aznar, que había dejado la Moncloa tres años antes. Un tiempo insuficiente, sin embargo, para aplacar las iras de Chávez con el expresidente español. Ambos debieron de soportarse durante cinco años en los que no ocultaron su desprecio mutuo.

El férreo alineamiento del Gobierno bolivariano con Cuba no hizo sino acrecentar el recelo del Ejecutivo de Aznar hacia el presidente venezolano. Los puentes entre ambos dirigentes quedaron definitivamente rotos a raíz del golpe de estado de 2002 que derribó durante unas horas el régimen chavista. Durante el escaso tiempo en el que pareció triunfar la asonada, y con Chávez detenido, España no llegó a condenar la acción, lo que le valió durante los años posteriores la acusación venezolana de que había estado detrás del golpe fallido. Aznar siempre ha negado su implicación en la asonada: Si hubiese estado detrás del golpe contra Chávez igual hubiese ganado, declaró en 2008, antes de desvelar que Cuba le pidió en aquellas horas que sacase del país al presidente venezolano, pero que él se negó a hacerlo. Aznar es de la calaña de Hitler o es un fracasado fascista, fueron algunos de los calificativos que Chávez siguió dedicando desde entonces al ex jefe del Ejecutivo español, aún mucho después de que este abandonara la Moncloa.

Mejoría con Zapatero

La llegada del PSOE al Gobierno supuso un acercamiento con Venezuela. Aunque Hugo Chávez y José Luis Rodríguez Zapatero mantuvieron una actitud un tanto fría las desavenencias no alcanzaron los niveles anteriores. Un hecho jugó a favor del entendimiento: la venta de material bélico.

Aupado en la ola del petrodólar Chávez puso en marcha un programa de compra de armamento con el fin de preparar a Venezuela ante posibles invasiones siempre denunció intenciones hostiles por parte de EE UU- y un nuevo golpe de Estado.

La industria militar española, muy especialmente la naval, encontró en Chávez a su mejor cliente. Venezuela adquirió en 2005, con José Bono como ministro de Defensa, doce aviones y ocho fragatas por una cantidad cercana a los 2.000 millones de euros. Y lo hizo a pesar de las presiones del Gobierno de George W. Bush para abortar la operación y del Partido Popular, entonces en la oposición. Es un error monstruoso, es algo que en ningún caso debería hacer el Gobierno de España, manifestó al respecto el ahora presidente Mariano Rajoy. No se tiene ningún empacho en vender armas a regímenes políticos discutibles, denunció a su vez Eduardo Zaplana.

A pesar de estas declaraciones las tornas no cambiaron con la llegada de los populares al poder. El 18 de julio del año pasado el ministro de Defensa, Pedro Morenés, calificó en el Congreso a Chávez de gran amigo de España. Fue antes de hacerse público que durante los primeros seis meses de 2012 Caracas fue el principal cliente de la industria militar española al desembolsar 164 millones de euros, un 26,48% del total.

Las relaciones entre Rajoy y Chávez han brillado por su ausencia dado que los meses en los que el mandatario venezolano permaneció bajo tratamiento le impidieron mantener una agenda internacional activa. Desde el Gobierno se ha mantenido respecto a Venezuela la máxima defendida por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, de mantener una relación de amistad con todos los países, incluidos Cuba y Venezuela. García-Margallo no dudó así en felicitar a Chávez por su victoria electoral del pasado en octubre del año pasado. La participación ha sido masiva, las elecciones han sido transparentes, el triunfo de Chávez claro y la subida de la oposición también. Creo que es un buen día para Venezuela, subrayó.

El Rey, un tipazo

El rifirrafe entre el monarca y Chávez en Santiago de Chile quedó marcado para la historia. En sus encuentros posteriores ambos intentaron mantener las formas e incluso bromear con el encontronazo. Don Juan Carlos, durante una visita en Palma de Mallorca en 2008, regaló a Chávez una camiseta con el famoso por qué no te callas impreso en el pecho. Y el presidente venezolano tampoco se quedó a la zaga: Le he pedido a mi amigo Juan Carlos de Borbón un dinerito por los derechos de autor generados por la frase, ya que fue mérito de los dos, mitad y mitad.

En otra ocasión posterior llamó gran amigo al Monarca y dijo de él que es como dicen los españoles, un tipazo. E incluso añadió que una vez en Madrid el propio don Juan Carlos le había preparado el desayuno sabroso en pantuflas y bata.

Aún así Chávez nunca cerró por completo el choque con el Monarca. El Rey Juan Carlos tuvo la suerte de que no lo oí en ese momento porque si lo hubiera escuchado le hubiera mandado las cargas de la caballería en su contra", dijo en octubre de 2012 el líder bolivariano.

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