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Pere Ginfer posa junto a su escultura en San Francisco. / R. C.
Amor 'made in Spain'
ARTE

Amor 'made in Spain'

El escultor catalán Pere Gifre es el primer español en exponer en San Francisco el único corazón interactivo del mundo

CAROLINA F. BRAVO

Lunes, 25 de febrero 2013, 10:33

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«I left my heart in San Francisco» (Dejé mi corazón en San Francisco). Tony Bennett escribió esta canción en 1954. Hoy en día es el himno de esta ciudad de la costa oeste estadounidense y la inspiración para muchos artistas como Pere Gifre, un escultor catalán y el primer español en exponer un singular corazón en la emblemática plaza de Union Square. «Para mí es un orgullo y un reconocimiento a mi trabajo. Sin duda, va a contribuir muchísimo en mi carrera porque es el lugar más fotografiado de la ciudad», señalaba Pere, minutos antes de inaugurar con el alcalde, Edwin Mah Lee, la exposición organizada por el Hospital General de San Francisco.

Esta institución decidió en 2004 organizar un evento para recaudar fondos inspirándose en la internacional cow parade (una exhibición de vacas repartidas estratégicamente por todo el mundo). Desde ese año, Union Square es todo corazón.

Una fiesta (Heartsafterdark) a la que acuden importantes personalidades con elevado poder adquisitivo. Solo la entrada para asistir cuesta 300 dólares. Los invitados pujan por 13 corazones diseñados por artistas, previamente elegidos en un concurso. «Me presenté y fui elegido entre 350 solicitudes. Sin embargo, mi satisfacción es mucho mayor porque en la ubicación en la que se expone mi corazón solo se colocan cuatro. El resto queda repartido por la ciudad. Mi localización, sin duda, es la mejor y más visitada. Un gran logro», comenta Gifre orgulloso tras exponer su obra.

Cada año el hospital destina los fondos recaudados durante esta mágica noche a la investigación contra el cáncer. Un acto solidario que se ha convertido en cita ineludible para la elite californiana y en el que Gifre participó de protagonista.

Este catalán, afincado en San Francisco desde hace dos años, no solo ha conseguido colarse entre los mejores del mundo y mostrar su obra, sino que, antes de que saliera a subasta, su diseño fue comprado por uno de los patrocinadores, que quedó encantado con su idea. «No sé por cuánto habrá pujado, porque es una cuestión privada, pero creo que entre 2.500 o 3.000 dólares», afirma Gifre.

Pere escogió San Francisco enamorado de la libertad y tolerancia de este lugar, cuna también de la tecnología. Precisamente esta ideología es la que ha inspirado su corazón, el primero interactivo del mundo. Cada visitante que se aproxime a él con un móvil podrá descargarse un código QR con más 25 contenidos diferentes: vídeo, audio, un texto con una frase, una fotografía o una aplicación, entre otros. «Les encantó en cuanto se lo mostramos porque hemos combinado la belleza del corazón pintado con la bandera del arco iris, que representa la tolerancia política, religiosa o social con el avance tecnológico», añade. La originalidad del diseño, unida a su complejidad, lo ha convertido en único y versátil y ahora en pieza de museo y de fondo en las fotografías turísticas.

Durante casi un año, Pere ha estado trabajando en este proyecto, expuesto desde el pasado fin de semana hasta el 14 de febrero de 2014, día de los enamorados. Una obra que se suma a su ascendente trayectoria en Estados Unidos. Porque Gifre decidió saltar el océano y vivir en Nueva York. «Sin embargo, la creatividad y el lugar inspirador de Silicon Valley me hizo dar el salto de la costa este a la oeste», confiesa.

Este escultor aventurero trabajó con el cocinero de vanguardia Ferràn Adriá. Para él diseñó la vajilla de su restaurante El Bulli, cuyo renombre ha traspasado fronteras. También ha realizado multitud de esculturas, entre ellas el galardón para la próxima Copa América de Vela, que se disputará en San Francisco este verano. Pere, sin duda, ha encontrado su corazón en la ciudad del Summer of Love, donde seguirá trabajando e inspirándose durante los próximos años.

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