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Sánchez-Camacho, una de las supuestas víctimas. / Efe
Un oasis lleno de micros
ESCÁNDALO EN CATALUÑA

Un oasis lleno de micros

La agencia Método 3 es la punta del iceberg de una trama de espionaje a políticos, empresarios, jueces y famosos vigilados durante años en Cataluña

CRISTIAN REINO

Miércoles, 20 de febrero 2013, 14:35

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Hubo un tiempo no muy pretérito en que Cataluña vivía ensimismada y miraba casi con una cierta lejanía el clima crispado, de bronca continua entre PP y PSOE y trufado de corruptelas, que desprendía el ambiente político de Madrid. Eran los años, a finales de los noventa y comienzos de siglo, en que se hablaba del oasis catalán. Pero un buen día hace ocho años, el entonces presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, cogió el micrófono en el Parlamento y soltó la célebre acusación: «Ustedes (CiU) tienen un problema que se llama 3 %». El oasis se transformó en espejismo.

De la noche al día, aquello que parecía un vergel de moderación y buen hacer se convirtió en un territorio áspero y la Cataluña idílica que pintaban las versiones nacionalistas no era tan distinta al resto de España. Afloraron los casos de corrupción y nombres como Palau, Pallerols, Pretoria, Mercurio, Clotilde, ITV, Jordi Pujol Ferrusola, Castelldefels, cuentas suizas, Sant Hilari Sacalm... se hicieron comunes. Casi no hay trimestre en que no se destape un nuevo caso de supuesta corrupción y la mancha de la sospecha se ha extendido como una balsa de aceite sobre los principales partidos catalanes, CiU y PSC, sobre todo, que son los que tienen y han tenido mayores cuotas de poder autonómico y municipal. Para completar el panorama desolador, esta semana ha trascendido que los partidos que aparecen enfangados en esos casos se dedicaban además a espiarse los unos a los otros.

Al principio el «sainete», según lo definió el consejero Francesc Homs, pareció un capítulo más propio de 'Anacleto agente secreto' o de 'Mortadelo y Filemón'. A medida que avanzó la semana, el episodio ganó entidad y pasó de los tebeos a la novela negra, pero no se quedó ahí y el caso cada día adquiere mayor dimensión. El epicentro se ha situado en una agencia de detectives, Método 3 , que se ha dedicado durante años a espiar a diestro y siniestro a políticos, empresarios, jueces, fiscales, personajes famosos y directivos del Barça. La Policía habla de cientos de dossieres sobre, entre otros, el expresidente de la Generalitat José Montilla, del PSC; el exvicepresidente Josep Lluís Carod-Rovira, de ERC; el consejero Felip Puig, de CiU; el comisario europeo Joaquín Almunia, del PSOE, quien hoy se declaró «sorprendido» por haber sido vigilado y reclamó «responsabilidades»; el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, del PP; el expresidente de la Junta de Castilla-La Mancha José María Barreda, del PSOE; la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho; el expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán; Francisco Correa, el jefe la trama Gürtel; y hasta la baronesa Thyssen, Tita Cervera.

Quién encargó los espionajes deberá determinarlo un juez, pero hay teorías para todos los gustos. Desde que eran encargos de los partidos para poder chantajear a sus oponentes o espionajes internos dentro de las fuerzas políticas hasta que fuera la propia agencia la que trabajaba por su cuenta y luego ofrecía la información. También hay diversas versiones sobre por qué estalla ahora el caso. El Gobierno de CiU se abona a la teoría de la conspiración y apunta a una guerra sucia para detener el proceso soberanista. Lo que sí está acreditado es que la lista de clientes de Método 3 ha sido muy amplia y formaciones como CiU, PSC y PP han recurrido a sus servicios durante años. Una simple revisión de los registros de la compañía debería bastar para identificar los autores de los informes, pero, casualidad o no, la compañía aseguró a la Policía que sus registros quedaron destruido en una inundación de los bajos de las oficinas en junio pasado.

La Camarga

Ahora la empresa ha quebrado y la Policía teme que pueda haber informes sensibles circulando en el mercado en busca del mejor postor. Los que ya están a buen recaudo en sede policial son los que entregó un extrabajador de Método 3 . En septiembre abandonó la agencia por un ERE y como la empresa, en proceso de liquidación, no tenía dinero, al parecer se llevó algunos equipos informáticos, así como cintas de audio y vídeo. Entre otras, la que sacó a la luz la conversación entre Alicia Sánchez-Camacho y María Victoria Álvarez. La prensa publicó la charla el lunes y dos días más tarde Sánchez-Camacho presentó dos querellas que han abierto una investigación a gran escala para dilucidar si el espionaje es generalizado y para ver quién ordenó su pinchazo, que todo apunta a que pudo ser el exsecretario de Organización del PSC José Zaragoza.

Se da la circunstancia de que el diputado socialista, que reconoció que contrató a la agencia pero no para espiar a nadie, mantenía una estrecha amistad con Elisenda Villena, detective que trabajó para Método 3 y que estuvo implicada en la operación Pitiusa de espionaje y es hermana de la asesora jurídica del PSC, Anna Villena. Sánchez-Camacho y Álvarez fueron espiadas en La Camarga, un establecimiento no de lujo, pero sí de nivel, -el menú ronda los 30 euros- que es frecuentado por políticos, periodistas y empresarios, y al que acuden muchos dirigentes del PP, entre ellos el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, por su proximidad a la sede popular, y al que iban también los agentes de Método 3 , cuyas oficinas también están cerca del restaurante. Incluso el local contrató a la agencia para espiar a un trabajador, ya que por lo visto el copropietario del restaurante y el director de la agencia, que acudía casi a diario a comer, mantienen una buena relación. Desde el restaurante lo niegan, en cualquier caso, que los agentes contaran con su connivencia para espiar a clientes. Pero todo en este caso es muy turbio.

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