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Alicia Young y su felicitación para estos Reyes. / RC
Un escote de dos millones
INICIATIVA EN INTERNET

Un escote de dos millones

Es ingeniera, lee tratados científicos y acaban de ascenderla en el trabajo. Su otro yo es 'Alicia Young', la musa de un blog en el que cada día cuelga una foto y que ha revolucionado internet

ARTURO CHECA

Sábado, 5 de enero 2013, 17:37

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No pretende ser un busto parlante. Ni una exhibicionista más en la red. La suya no es una web de sexo. Alicia Young busca demostrar todo lo contrario: que el misterio y la sensualidad tienen más fuerza que la carne explícita. Y en solo dos meses, nada menos que dos millones seiscientas mil almas han visitado ya su blog: 'Los escotes de Alicia'. Para qué andarse con rodeos. Acumula 30.000 fieles seguidores. Y ya le han llovido ofertas económicas. «Me han llegado a ofrecer bastante dinero. Desde webs con contenido porno para ser musa de su página, o ponerme una cámara web en casa. Pero no es lo que busco. Y, de momento, ese dinero no me hace falta para comer».

Ella es Alicia Young. Ni siquiera aclara si Alicia es su verdadero nombre. El misterio es su arma. Cada día cuelga una foto de su escote. Lencería fina, transparencias, camisetas mojadas, parte de un escultural cuerpo, un cabello castaño y rizado o una espalda de órdago... No busquen ni rastro de su rostro o cualquier otro detalle que permita identificarla. Ella es completamente anónima. Ni siquiera acepta ser entrevistada en persona, para decepción (profesional) de este reportero... Solo telefónicamente. Valenciana, 31 años y soltera (ojo...) son algunos de los escasos detalles personales que confiesa. Ah, y que es toda una ingeniera, con una cabeza bien amueblada.

Si no busca dinero ni fama, ¿es la admirada Alicia una amante del exhibicionismo? «¡Pero si hasta tengo un punto tímido! Soy muy extrovertida y abierta, pero al mismo tiempo vergonzosa». 'Los escotes de Alicia' surgió mientras la susodicha tomaba cañas con una amiga. Empezaron a hablar de lo divino y lo profano, de cómo internet se ha convertido en un paraíso de pornografía, «todo sexo burdo, sin lugar para el misterio, el encanto o un lado hasta romántico». Su amiga defendió que esto último nunca funcionaría. Y Alicia decidió demostrárselo pasando a la acción. Cada día cuelga una foto (a veces más, para deleite de sus fans) y se rotula a menudo sobre sus pechos dedicatorias que le piden sus seguidores.

Lorca y el Madrid Arena

Que Alicia es mucho más que un rotundo busto lo demuestran las lecturas que tiene sobre la mesilla de noche: tratados sobre análisis de multivariantes y otras materias de ingeniería. «Genial para quedarte como una sopa», bromea. Buena debe ser en lo suyo cuando acaban de ascenderla en el complejo científico en el que trabaja en Valencia. Es ecléctica en sus gustos musicales («desde Nirvana hasta Rihanna») y fan de 'El Señor de los Anillos' y 'El Hobbit', aunque, en general, adicta al cine: «¡Agoto la cartelera!».

Si alguno se sobrepasa en los comentarios y correos electrónicos que recibe (400 mails al día, e intenta responderlos casi todos), ojito con su integridad... La niña es cinturón marrón de taekwondo. «Voy mucho al gimnasio, ¡sobre todo cuando hay combate!». Obscenidades, le llegan. La carne es débil... Pero los menos. «Apenas 10 de los 400 correos electrónicos del día son guarrerías». Su blog dista mucho de ser una iniciativa frívola. Igual se 'tatúa' en el pecho 'Lorca te necesita', que manda un mensaje a un seguidor cuyo padre acaba de fallecer o se lamenta de la tragedia del Madrid Arena.

Su amiga, la de la 'apuesta' inicial, es la única que sabe que ella está detrás de los desvelos nocturnos de millones de internautas en los últimos meses. Ni su familia, ni sus amigos, ni sus compañeros de trabajo pueden siquiera sospecharlo. Al menos nadie se lo ha preguntado, ni tampoco le han dicho '¿has visto este blog?'. «El día que eso pase me lo tomaré como una señal de que hay peligro de que me descubran...».

Alicia no se plantea ni objetivos ni metas. «Bueno, si un día viene alguien con un maletín con 100 millones, ¡le digo que sí y me monto una empresa!», confiesa entre risas. Con el blog se evade cada día del estrés laboral. Para ella, sus seguidores ya son «mis chicos». Con sus escotes no aspira a nada más (y nada menos) que a llegar «a mañana. Yo continuaré con esto, ¡hasta que 'mis chicos' se cansen!». Responde a los que puedan acusarla de creerse 'superdivina' con un mensaje: «No quiero más que alegrarle la vida a la gente. Y si por un ratito, tal y como está el país, lo consigo, y sin hacer daño a nadie, ¡ya merece la pena el blog!». Y para un país que lleva cinco años aguantando carros y carretas, pues oigan, bienvenida sea cualquier inofensiva alegría.

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