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Messi celebra uno de los dos goles que le marcó al Atlético. / Efe
El Barcelona se adueña de medio título
fútbol | primera división

El Barcelona se adueña de medio título

El líder casi sentencia el campeonato con un triunfo que le deja a 9 puntos del Atlético y a 13 del Madrid. Messi, en dos ocasiones, Adriano y Busquets remontaron el gol inicial de Falcao

CRISTIAN REINO

Lunes, 17 de diciembre 2012, 11:18

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El Barça no desaprovechó que los Reyes Magos llegaron de forma anticipada en el Bernabéu vestidos de periquitos para dejar la liga muy, muy encarrilada. Derrotó al Atlético, su más inmediato perseguidor en la clasificación, mete nueve puntos a los colchoneros y, sobre todo, abre una brecha de 13 con el Madrid.

El partido entre azulgranas y colchoneros fue una vez más eléctrico, jugado de poder a poder entre dos equipos que saltaron al Camp Nou a por la victoria, pero hoy por hoy el Barça es mejor que el Atlético de Madrid. No sólo por Messi, que hizo dos dianas y se llevó el duelo particular con Falcao que anotó su golito, sino porque el juego blaugrana ofrece más variantes, las líneas están más compensadas y es capaz de generar casi el doble de ocasiones. El equipo de Vilanova fue de menos a más y cocinó su victoria a fuego lento, para acabar vapuleando al cuadro madrileño, que ha tenido dos oportunidades de dar un puñetazo sobre la mesa para presentar su candidatura a la liga, en el Bernabéu y en el Camp Nou, y en ambas ha caído derrotado. Sólo está a nueve puntos de los azulgrana, pero da la impresión de que sus aspiraciones de luchar por el título tendrán que esperar para una mejor ocasión.

El Atlético, en cualquier caso arrancó mejor y dejó una buena imagen en la primera mitad. Desde el inicio dio muestras de tener las ideas más claras que el Barça, que se empeñaba en tocar y tocar, pero no acababa de combinar. En parte por el acierto de su oponente, que con un 4-4-2 muy definido tapaba todas las líneas de pase. Entre Gabi y Mario Suárez sujetaban a Messi y en cuanto robaban, buscaban el pase en largo sobre la carrera de Falcao, que dio unas cuantas pinceladas de maestro en el Camp Nou, mientras su equipo aguantó. El Atlético se sentía cómodo, jugaba fácil y no se complicaba. Juego clásico, con un centro del campo correoso, de robo y salida rápida. El Barça, por contra, se estrellaba contra el bloque compacto colchonero. Iniesta no era capaz de romper los muros de contención del castillo colchonero y Messi estaba demasiado vigilado. Pedro y Alexis trataban de abrir, pero no encaraban y el juego azulgrana resultaba muy previsible.

Todo lo contrario que el rojiblanco. Falcao, que se situó entre Puyol y Piqué fue una pesadilla en la primera mitad. Su impronta impresiona y cada vez que arrancaba en carrera, en el Camp Nou se hacía un silencio que denotaba respeto, miedo, preocupación por un nueve a la vieja usanza que juega muy a gusto buscando el espacio. El 0-1 hizo justicia con lo que se estaba viendo en el campo. Diego Costa presionó a Messi sobre el círculo central, robó, lanzó a Falcao, quien se merendó a Busquets en la carrera y resolvió como un grande, como el crack mundial que es: amagó el disparo cruzado y cuando Valdés puso el trasero sobre el césped, le picó una semivaselina que le dejó clavado. Media hora y el partido se le ponía al Atlético muy de cara. Como Simeone deseaba, incómodo para su rival y con espacios para su tigre. Pero otra genialidad, en este caso de Adriano, neutralizó muy pronto la ventaja colchonera y dio alas al Barça.

Los de Tito tienen tanta variedad en ataque que se permiten el lujo de jugar con un lateral derecho que es zurdo, lo que ofrece una variante que los demás equipos no tienen: cuando el carrilero llega al borde del área no solo puede centrar, sino que tiene la posibilidad de regatear para dentro y lanzar un zurdazo por toda la escuadra. Respuesta mayúscula del lateral brasileño que metía a su equipo en el partido y activaba el choque para los azulgrana. El empate permitió al Barça soltarse, quitarse la presión y combinar con más precisión. Adriano les metió la energía, Iniesta entró en acción, Alexis se fue al centro y el panorama cambió 180 grados. El 2-1, eso sí, llegó de la forma más inesperada. Xavi botó un corner, Piqué luchó por alto, el balón le cayó a Busquets, quien resolvió con habilidad. El Atlético había sido mejor durante media hora, pero el marcador era una losa en el descanso.

Tras la reanudación, el cuadro del Manzanares ya no pudo remontar. El Barça imprimió una marcha más a su velocidad y por fin encontró a Messi. Hasta la hora de juego, Falcao le estaba ganando el mano a mano al argentino, pero en cuanto el choque se puso de ida y vuelta, Messi tuvo todas las de ganar. Hizo el tercero y el cuarto de su equipo, y dejó el buen arranque del Atlético en una anécdota, porque el FC Barcelona acabó el partido desarbolando por todas partes a su rival. El desgaste en la primera mitad fue muy grande y cuando el Barça dispuso de huecos, como en la segunda parte, el partido le resultó muy sencillo. Bastaba con salir rápido y buscar las contras. La liga tiene dueño.

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