El Rey, 'buque insignia' de Iberoamérica

Es el único mandatario que repite siempre. Desde que, por primera vez en la historia, en 1991, se reunieran los máximos representantes de la Comunidad Iberoamericana en la ciudad mexicana de Guadalajara, Don Juan Carlos no ha faltado nunca a la cita como interlocutor privilegiado de los gobernantes de la región.

Aunque su frase más mediática fue el célebre "¿Por qué no te callas?" que dirigió a Hugo Chávez en la cumbre chilena de 2007, a lo largo de las más de veinte citas que lleva a sus espaldas, son numerosas las gestiones que el Rey ha realizado para favorecer el entendimiento entre las naciones, fortalecer las relaciones de España con países de la región y cerrar crisis diplomáticas.

De todas ellas, una de las que mayor repercusión pública tuvo fue la que logró normalizar las relaciones entre España y Cuba en 1998, después de dos años de tensiones diplomáticas entre el Gobierno de Aznar y el régimen de Castro que se escenificaron en el desencuentro entre ambos líderes en la cumbre de Santiago de Chile de 1996. Una reunión a puerta cerrada entre el monarca y Castro durante la cita iberoamericana de Oporto de 1998 selló la normalización de las relaciones bilaterales y evidenció el respeto y aprecio del líder cubano por la figura del Rey, que hizo patente en público un año después en La Habana, donde le recibió en su calidad de anfitrión de la cumbre de 1999.

La firme llamada de Don Juan Carlos a todos los mandatarios para que respeten y defiendan los valores democráticos, así como la búsqueda de una mayor proyección internacional y la promoción activa del idioma y la cultura en español, se han convertido en una constante de estas citas. Lo mismo que la defensa de los intereses económicos españoles en la región que ha llevado este año al monarca a Brasil y Chile, donde mantuvo además entrevistas con los presidentes de México, Colombia y Perú.

Ahora, en Cádiz, el Rey hará valer su papel como 'buque insignia' de Iberoamérica -así le definió así el presidente uruguayo, Julio María Sanguinetti en una ocasión- para defender la necesidad de reforzar la integración entre las naciones. Más en estos momentos en los que España busca todas las vías posibles para salir de la crisis económica, el tren de negocios que ofrece Iberoamérica es parada segura para el país. Y más si se tiene en cuenta que España es el segundo inversor en los países latinoamericanos, por detrás de Estados Unidos.