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Indignadas al volante
revueltas en el mundo árabe

Indignadas al volante

La campaña 'Women2drive', lanzada en las redes sociales, llama a las mujeres de Arabia Saudí a conducir sus vehículos en abierto desafío a las autoridades

ROSARIO GONZÁLEZ

Sábado, 18 de junio 2011, 10:23

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Arabia Saudí ha permanecido ajena a la ola de cambios que sacude al mundo árabe desde principios de año. Los saudíes miran las revueltas desde la barrera y parecen ignorar los llamamientos -a través de las redes sociales- para manifestarse contra los gobiernos opresores. Al menos hasta el momento. Sin embargo, algo está pasando en el rico país petrolero. De manera lenta y silenciosa, un grupo de mujeres está haciendo acopio de fuerzas para reclamar cambios en la sociedad saudí, una de las más férreas y efectivas en cuanto a la relegación de la mujer a un segundo plano se refiere. Un sentimiento de reivindicación que ayer tuvo su máxima expresión.

La chispa que ha encendido la llama libertaria ha sido el empeño de la monarquía saudí en prohibir conducir a las mujeres. Esta discriminación, que contribuye al aislamiento general de las ciudadanas saudíes, se ha topado con varios desafíos en cadena y encendido el debate en las redes sociales, sobre todo tras los últimos casos de mujeres arrestadas por desafiar a la autoridad poniéndose al volante.

Varias jóvenes recorrieron las calles de algunas de las principales ciudades a bordo de sus coches. Hemos empezado a conducir desde el barrio de Nusha y el plan es avanzar hasta la calle 60 por la carretera de circunvalación, pasar por Jalidiya y luego volver, aseguró en Twitter Laila Sindi, que se subió a un descapotable con su amiga y su prima. Este no fue el único caso porque escenas parecidas se vieron en la capital, Riad.

En este punto cabe destacar un detalle, si no curioso, al menos llamativo. En Arabia Saudí no existe una ley que prohíba expresamente la conducción femenina, aunque los ciudadanos están obligados a estar en posesión de una licencia que sólo se concede a hombres. Las autoridades se basan en un edicto religioso (fatwa) inspirado en una versión rigorista del islam, al tiempo que alientan la oposición del poder religioso más conservador para mantener una prohibición cogida por los pelos.

Manal Al-Charif, el icono

A la cabeza de esta protesta se encuentra Manal Al-Charif, una joven de 32 años que el 19 de mayo fue detenida por violar la prohibición. Al Charif no sólo se puso al volante, sino que invitó a una activista pro derechos de la mujer, Wajeha al-Huwaider, a montar con ella en el coche y filmar una conversación entre ambas en la que cuestionaban la limitación. Al-Charif colgó su desafío en Youtube y obtuvo más de medio millón de visitas antes de que las autoridades intentaran censurarlo, sin éxito.

El acto de rebeldía dio la vuelta al mundo y animó a otras mujeres a emular el desafío, creándose incluso pequeñas celulas organizadas de mujeres que enseñan a otras mujeres a conducir. La semana pasada en Riad, por ejemplo, seis mujeres fueron detenidas tras ser sorprendidas practicando con varios vehículos. Una vez desmantelada su particular autoescuela, las mujeres fueron trasladadas a una comisaria, donde permanecieron a la espera de que sus 'tutores' vinieran en su busca para 'hacerse cargo' de ellas.

Campaña 'Women2drive'

El malestar por la situación ha dado lugar a multitud de muestras de apoyo desde todos los rincones del mundo y ha cristalizado en una campaña en Facebook en la que se instaba a las mujeres a conducir. El grupo, que consiguió congregar a más de 12.000 seguidores -tanto hombres como mujeres- antes de ser clausurado, animaba a las mujeres sauditas a salir con su vehículo como forma de protesta individual.

La propia Al-Sharif daba en su vídeo instrucciones para participar en el movimiento, como evitar hacer manifestaciones y limitarse a tomar el volante, grabar la acción y subirla a Youtube para animar a otras mujeres. También se les aconseja llevar el velo y mostrar la bandera saudí y el retrato del rey Abdalá como muestra de patriotismo, y evitar así ser acusadas de "mancillar la reputación del reino", como le sucedió a Al-Charif.

Las redes sociales se han vuelto a posicionar en este caso como un canal efectivo para propagar ideas y convocatorias que denuncien situaciones opresoras. Sin embargo, las posiciones ultraconservadoras también han visto en la red global la plataforma ideal para animar a perpetuar su ideario y, al mismo tiempo que se propagaba la llamada a la protesta de estas mujeres, han surgido movimientos en el sentido opuesto, con campañas en la red que instan a los hombres a golpear, literalmente, a las saudíes que osen tomar el volante.

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