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Los jardines de La Residencia.
La Residencia, otro lujo de la lujosa Mallorca

La Residencia, otro lujo de la lujosa Mallorca

En Deià se esconde este alojamiento, la guinda a un pastel que maravilla a todo recién llegado

Guía Repsol

Martes, 25 de agosto 2015, 11:49

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Desde hace más de un siglo, el municipio mallorquín de Deià ha acaparado el interés de artistas e intelectuales que buscan la inspiración que proporciona el Mediterráneo. En este enclave paradisíaco, entre el mar y las montañas, envuelto entre acantilados, se esconde el hotel Belmond La Residencia, la guinda a un pastel que maravilla a todo recién llegado. El lujo es una constante en cada rincón de este alojamiento donde no existe la palabra estrés, en especial cuando paseamos por las 12 hectáreas de jardín que rodean el hotel o nos sumergimos en cualquiera de las propuestas de su centro de wellness.

A pesar de haberse convertido en un punto turístico de primer orden, Deià ha sabido preservar su carácter natural, alejándose del concepto de explotación hotelera de masas. En su lugar, nos ofrece una selecta oferta de alojamientos entre los que brilla con luz propia el hotel Belmond La Residencia. Cuenta con unas impresionantes vistas naturales: el mar Mediterráneo en todo su esplendor al frente y la sierra de Tramontana por detrás. En su interior, sólo debemos preocuparnos por escoger dónde vamos a relajarnos más.

Todo cuanto quieras hacer

La Residencia tiene un balneario con piscina interior, sauna, sala de vapor, jacuzzi y seis salas de masajes. Cuatro de ellas están al aire libre para aunar el relax del masaje con el de las vistas, cuando el tiempo lo permite. Es una experiencia sencillamente espectacular. El hotel dispone además de dos pistas de tenis e incluso una tienda con una selección de raquetas y zapatillas dignas de un jugador profesional.

Si lo nuestro no es el deporte, también podemos disfrutar con un paseo en barco, cortesía de La Residencia, en el que descubrimos la belleza de la escarpada costa mallorquina. Otra opción es visitar las dos galerías de arte del hotel, Sa Tafona y Albéniz, o simplemente pasear por sus jardines, donde podemos ver una exposición permanente de esculturas.

Deià, villa de intelectuales

Deià ha sido el pueblo fetiche de muchos artistas y personajes célebres. El archiduque austrohúngaro Luís Salvador compró varias fincas aquí y su famosa prima, la emperatriz Sissi, también se acercó a conocer la isla. Pero fue el escritor Robert Graves, el autor de Yo, Claudio, quien situó el pueblo en el mapa de la intelectualidad. Vivió aquí más de cincuenta años y hoy podemos visitar su casa-museo de Ca n'Alluny.

Otro de los nombres ilustres en Deiá es el del empresario Richard Branson, fundador de Virgin. Decidió comprar aquí dos mansiones antiguas y levantó lo que hoy es el hotel Belmond La Residencia, actualmente, en manos de la cadena Orient-Express.

Otros placeres en la isla

Si deseamos disfrutar de la vida social y cultural de Palma, a 35km de Deià, podemos echar un vistazo a la programación del Auditorium o acudir al Teatro Municipal donde, a principios de año, tiene lugar el festival de Música Clásica de Invierno. Si lo que nos gusta es el jazz, estamos de enhorabuena. El Blue Jazz Club es un espacio único que ofrece actuaciones en directo en un ambiente cálido y relajado, y con vistas a la bahía.

Si preferimos un paseo por la ciudad, Palma también cuenta con espléndidos monumentos: la vista de la catedral iluminada es todo un espectáculo y la visita al castillo de Bellver, antigua residencia real de Jaime II, es más que recomendable.

Propuesta gastronómica

A la hora de comer, podemos degustar las exquisiteces del restaurante de La Residencia, El Olivo, considerado uno de los mejores de España, donde solo debemos tener en cuenta que es imprescindible llevar indumentaria formal para entrar. Si, por un día, preferimos ser infieles al hotel, también hay otras opciones. Muy cerca de aquí podemos probar la clásica caldereta balear en el restaurante Es Racó des Teix (Sa Vinya Vieja 6; 971 639 501). Si nos acercamos hasta Valldemossa, el pueblo de ensueño que enamoró a Chopin, podemos comer en Ca'n Costa (Ctra. Deià km 2.5; 971 612 263) las mejores sopas mallorquinas.

Fuente: Guía Repsol

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