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Ciudades para descubrir de noche

Ciudades para descubrir de noche

Da igual si no somos trasnochadores, nos haremos adictos a este tipo de recorridos

Guía Repsol

Viernes, 19 de diciembre 2014, 16:01

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Más íntimo, silencioso y con un toque de misterio. Así es el turismo urbano por la noche. Podemos sacar fotos más originales y sin turistas de por medio. Las ciudades iluminan sus edificios y calles más emblemáticas con luces tenues que les otorgan un aspecto mágico al caer el sol.

Da igual si no somos trasnochadores, nos haremos adictos a este tipo de recorridos. Abre el obturador de tu cámara de fotos al máximo; estas ciudades españolas nunca duermen.

Gran Vía, Madrid

Compite con el edificio de Correos, la puerta de Alcalá o Cibeles. Lo significativo de este punto de la madrileña calle es que nos daremos cuenta en seguida de la vida que tiene la ciudad a cualquier hora. Para iluminar el edificio Metrópolis, uno de los iconos de la capital, son necesarios 205 focos.

Templo de Debod, Madrid

Que Madrid no tenga playa no significa que no podamos disfrutar del mejor atardecer de la ciudad. Sus habitantes lo saben, pero no así todos los turistas que prefieren visitar de día este regalo de Egipto a la ciudad. Además de la iluminación del propio templo y el sol escondiéndose en el horizonte, podremos ver también desde aquí el encendido de la catedral de la Almudena y del Palacio Real. Un trío ganador.

Catedral de Segovia

Se la conoce como la Dama de las Catedrales además de por su tamaño por la elegancia de su construcción. Pero es de noche cuando se resaltan sus encantos gracias a la sutil iluminación que la hace igual de visible a kilómetros de distancia también tras el ocaso. Fue la última catedral de estilo gótico que se construyó en España. Para una foto captando todo ese esplendor, debemos hacerlo desde el Alcázar, otra maravilla arquitectónica de la ciudad.

Alcázar de Segovia

En España encontramos diversos alcázares dignos de mención. Construidos como fortalezas para proteger a la realeza o el clero, al acercarnos al de Segovia, especialmente de noche, más que un reciento fortificado parece un castillo de cuento, sobre todo en invierno, cuando el camino que debemos recorrer para llegar hasta él y los bosques que lo circundan aparecen nevados. Nos costará creer que es real.

Plaza de España, Sevilla

Es imposible una visita a Sevilla sin acercarnos a su plaza más internacional. Ha sido escenario de varias películas e incluso ha conquistado a la productora encargada de la famosa serie Juego de Tronos. Aunque cierra sus puertas por la noche para protegerla, si queremos visitarla iluminada, debemos acercarnos en otoño o invierno cuando oscurece antes. Y no nos arrepentiremos ya que si de día resplandece, de noche se convierte en un lugar majestuoso y en uno de los preferidos por los más románticos.

Puente de Triana, Sevilla

Nada tiene que envidiarle a los puentes más conocidos de Europa. Une el centro de Sevilla con el mítico barrio de Triana, de ahí su nombre, aunque en realidad se llama puente de Isabel II. En uno de los extremos, el de la parte de Triana, hay una pequeña capilla muy querida por todos los sevillanos, la capilla del Carmen o el mechero, como les gusta llamarla. Y es que este puente une dos Sevillas muy diferentes: una moderna y señorial y otra con mucho duende y pasión.

Sagrada Familia, Barcelona

No es de extrañar que sea uno de los monumentos más visitados de nuestro país. Poco queda por decir de la basílica más famosa y más fotografiada. Incluso su silueta sirve para reconocer la ciudad de Barcelona a nivel internacional. Se dice que Gaudí sabía que no iba a poder terminarla y dejó instrucciones precisas para su conclusión. Sin embargo, pese a no estar aún finalizada, sigue erigiéndose imponente y sirve de escenario cuando se proyectan sobre su fachada piezas en 3D. De esta forma, se viste a la Sagrada Familia de diferentes tonalidades lumínicas. Todo un espectáculo.

Palacio de Montjuic, Barcelona

Construido en 1929 para la Expo, es desde poco tiempo después, el Museo Nacional de Arte de Cataluña y es uno de los edificios más visitados de Montjuic, ya que además se encuentra junto al Pueblo Español. Sin embargo, la visita no termina tras entrar al museo, sino que son muchos quienes aguardan a la noche para contempla una de sus atracciones más fotografiadas: la Fuente Mágica de Montjuic. Un espectáculo que combina agua, música y color.

Alcázar de Toledo

Aunque se asienta sobre lo que era un antiguo castillo medieval, estaba proyectado para ser residencia real. Sin embargo, antes de terminarse, la capital de España pasó a ser Madrid, por lo que nunca llegó a usarse para tal fin. Eso no hizo que se dejara de lado su magnificencia y aún hoy preside orgulloso la colina más alta de la ciudad. Tal fue su importancia, que se refleja incluso en la iluminación actual, visible a varios kilómetros de distancia y es más intensa que las luces de las calles que le preceden.

Panorámica de Toledo

Hay ocasiones que, para obtener la mejor fotografía de un lugar hay que salirse de él. El caso de Toledo es uno de ellos. Son muchos los que se acercan de día hasta el mirador del Valle, situado nada más cruzar el Tajo. Pero pocos los que saben que desde ahí mismo, cuando comienzan a encenderse las luces de la ciudad, surge una de las más hermosas ciudades que podemos contemplar de noche. Desde este punto entenderemos además la importancia que tienen y tuvieron el Alcázar y la Catedral.

Kursaal, Donostia

Cuesta imaginarse que un edificio modernista haya sabido posicionarse como uno de los más fotografiados del paseo frente a los palacetes victorianos que copan la ciudad y que siempre fueron uno de sus rasgos distintivos. Sin embargo, lo que pocos saben es que ya existía, desde 1921, el Gran Kursaal, un edificio completamente diferente en estructura y esencia, con el que tan solo comparte el nombre pero que era uno de los máximos exponentes de la Belle Epoque de la capital guipuzcoana.

Bahía de La Concha, Donostia

La ciudad no sería lo mismo sin la bahía que la hizo famosa y que fue la excusa elegida por la alta aristocracia para pasar sus veranos en Donostia. Sin embargo, es casi desconocida por los turistas la isla que se encuentra en mitad de esa bahía. Se llama Santa Clara y cuenta con una pequeña playa que aparece en las bajamares. Cuenta con un embarcadero y un pequeño faro. Aunque la zona que se ve desde el paseo se ilumina también, la mejor panorámica de Donostia iluminada se obtiene desde el famoso monte Igeldo.

Panorámica de Cuenca

Merece la pena vencer al vértigo y cruzar el puente de San Pablo que salva la hoz del Huécar a la entrada de Cuenca. Solamente desde el otro lado apreciaremos sus famosas Casas Colgadas. Pese a no ser el puente original, su estilo industrial contrasta con el lado más conservador y rural de esta zona de la ciudad, por lo que cada vez más aparece en las imágenes de quienes lo cruzan, convirtiéndose en co-protagonista de la más famosa estampa de la capital conquense. De hecho, se ilumina con el mismo tono que las Casas Colgadas.

Casco Viejo de Cuenca

Cuenca es de esas ciudades que, a pesar de ser capital de su provincia, sigue manteniendo la esencia de un pueblo que le hace tan especial. De hecho, es tal su belleza que está declarado Patrimonio de la Humanidad y desde la oficina de turismo se ofrecen visitas guiadas diurnas y nocturnas.

Alhambra, Granada

De día, al atardecer y de noche. Una de nuestras maravillas más querida y conocida en el mundo entero que parece cambiar de color en las diferentes horas del día. El lugar perfecto para observar la fortificación no es ningún secreto, ya que el barrio del Albaicín ofrece la mejor panorámica para darse cuenta del lugar privilegiado que ostenta. Lo que pocos conocen es que se organizan visitas nocturnas guiadas, tanto de la Alhambra como del Generalife. Sencillamente espectacular si coincide con noche de luna llena. Sin olvidarnos de los espectáculos de danza y teatro que suelen organizarse en sus jardines.

Carrera del Darro, Granada

Una de las calles con más encanto de Granada. Partiendo de la plaza Nueva, es una pequeña calle empedrada a orillas del río que lleva su nombre y a través de la cual llegamos hasta el Sacromonte. Merece la pena prestar atención y levantar la vista hacia nuestra derecha mientras seguimos esta dirección para no perdernos la perspectiva desde este punto de la Alhambra y las casas que se asoman al río.

Barrio del Carmen, Valencia

Es casi imposible visitar Valencia y no pasear por la noche por esta zona que creció entre dos murallas y que hoy está abierta a todo tipo de gente. Es el barrio con más encanto de la ciudad y el preferido sobre todo por los más jóvenes para vivir, ya que se concentra en sus calles una gran oferta gastronómica, de ocio y cultural. Es de los que conviene callejear sin rumbo para descubrir los locales más de moda, los más tranquilos, los que tienen mejores tapas o los más bohemios.

L'Hemisferic, Valencia.

Junto con las playas y el clima mediterráneo, es uno de los reclamos de Valencia desde su inauguración de 1998. Uno de sus edificios más representativos por su forma es el Hemisferic, que por el efecto del lago sobre el que se encuentra, produce la ilusión de ser una esfera. Además de poder visitarlo por fuera, se programan actividades nocturnas como dormir en su aquarium, una actividad que encanta no sólo a los más pequeños.

Ayuntamiento de Oviedo

Situado en pleno casco viejo de la ciudad, el edificio del ayuntamiento desvela su arco hacia la calle Cimadevilla, la que fuera durante años centro comercial, bancario y administrativo. Proyectado en el siglo XVII, contrasta su iluminación azulada con los tonos anaranjados de las farolas. Incluso tras haber llovido, algo típico en el norte, merece la pena pasarse por esta plaza donde además se encuentra la iglesia de San Isidoro Real.

San Miguel de Lillo, Oviedo

No hace falta desviarse demasiado desde el centro de Oviedo para visitar una de las iglesias prerrománicas más increíbles de España. Está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco sino y es, junto con Santa María del Naranco, una de las joyas arquitectónicas asturianas. Visitarla de noche nos da una perspectiva única. En su iluminación se ha destacado incluso sobre uno de los árboles que lo rodean, añadiendo misterio al entorno. Nos sentiremos privilegiados si acudimos a la zona en noche de luna llena.

Fuente: Guía Repsol

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