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Castillo de Conwy.
Gales, tierra de castillos, mitos y leyendas

Gales, tierra de castillos, mitos y leyendas

Su pasado minero es motivo de orgullo para los galeses, un pueblo que vive entre verdes prados y cielos grises

Álvaro Romero

Jueves, 18 de mayo 2017, 11:46

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Hablar de Gales es hablar del carbón, aunque a día de hoy ya están cerradas casi todas las minas, los nativos muestran su orgullo y respeto por el pasado minero. Llegó a ser el máximo exportador mundial de carbón y Cardiff, la capital, creció de forma brutal gracias al comercio de este mineral.

De ser un pequeño y humilde pueblo pesquero pasó a ser la ciudad más destacada y rica del país, con uno de los puertos más importantes de Europa. En los años 80 llegaría la decadencia del carbón y con ello el cierre de las minas que a día de hoy son un recurso turístico más.

La bahía de Cardiff es una de las zonas más bonitas, diferentes barcos turísticos ofertan tours para disfrutar desde el mar de la belleza de la costa galesa. Ya en el interior, la Mayor Street es una de las arterias más importantes de la urbe que, presume de orgullo nacional mostrando las banderas con su ya clásico dragón rojo y fondo blanco y verde. Gales siempre ha estado a la sombra de Irlanda, Escocia e Inglaterra, sin embargo su riqueza histórica y cultural está a la altura de sus vecinos y los galeses no paran de reivindicarlo.

Cardiff es, además, la ciudad con más galerías victorianas, las cuida, las conserva y las mantiene para el disfrute de sus vecinos. Bellos rincones repletos de bares típicos y pequeñas tiendas. Los amantes de la música encontrarán allí un rinconcito mágico a su medida, la tienda de discos más antigua del mundo, bautizada como 'Spillers Records', fue fundada en 1894 y se encuentra precisamente en una galería, la de Morgan Arcade. Hablando de música, Tom Jones es una de las figuras más reconocidas y adoradas por los galeses.

Castillos y fortalezas

El antiguo castillo de Cardiff, de origen normando, es uno de los recursos turísticos más visitados. Desde la torre de la fortaleza se puede disfrutar de unas magníficas vistas de la ciudad, un lugar perfecto para los amantes de la fotografía. Junto a él yace otro castillo, construido en el siglo XIX. De estilo victoriano, su grandilocuencia tanto exterior como, sobre todo, interior, destacan por encima de todo. Decorado con oro y mármol, alguna de sus habitaciones se inspira en la Alhambra de Granada y demuestra el poder económico de los condes de Bute. En Gales existen más de 600 castillos.

El de Caerphilly es una de las fortalezas más bellas e impactantes, de origen medieval se levanta entre verdes prados, protegido por un enorme foso lleno de agua. Es el segundo castillo más grande de Reino Unido y se sitúa a 30 minutos en coche de la capital. En el lado opuesto, se levanta sobre una bahía otro de los más espectaculares, el de Conwy, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Destacan también por su buena conservación el de Beaumaris y el de Caernarfon, ambos al norte.

Espacios naturales

La humedad y las constantes lluvias hacen de Gales un país muy verde en el suelo y muy gris en el cielo. Esos son los dos colores que predominan en el día a día de sus habitantes. Por ello cuenta con espacios naturales impresionantes. La Península de Gower, muy cerca de Swansea, ofrece extensas playas que se localizan entre enormes acantilados que ofrecen unas maravillosas vistas. En el interior millones de ovejas pastan entre extensos prados partidos por colinas.

En el noroeste se ubica el Parque Natural de Snowdonia, uno de los núcleos naturales más destacados de todo Reino Unido. Según la leyenda, este fue el lugar de nacimiento de Rey Arturo.

Sus pueblos

En las zonas rurales de Gales es donde mejor se aprecia y se disfruta de las tradiciones, las costumbres, la artesanía tradicional y la gastronomía de antaño. El pueblo de Temby es un claro ejemplo de localidad costera, las casas de colores se organizan en torno al mar, donde se amarran las barcas. En la zona interior, casi limitando con Inglaterra aparece Hay on Wye, un municipio completamente diferente, repleto de casas y calles de piedra, mucho más medieval sin perder un ápice de encanto.

Mientras el sur es algo más industrial y poblado, el norte es mucho más tradicional. La música y la cultura celta están muy arraigadas entre sus gentes. Aberystwyth, ciudad costera del centro acoge miles de universitarios y tiene un espectacular paseo marítimo. Más al norte se encuentra Llandudno, un pueblo que sigue la misma estática colorida que enamora a los turistas que hasta allí se acercan. Junto a él se encuentra Conwy, otro de los pueblecitos con encanto.

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