Salto entre dos

La dinámica del torneo cuenta con una fase online (abierta a todo el mundo y con la posibilidad de viajar a Canarias con los gastos pagados para disputar la fase final) de donde saldrán dos ganadores clasificados, y una fase offline (presencial) que se disputará en el Auditorio Alfredo Krauss de Las Palmas y que decidirá los otros seis clasificados para la fase final.

De esta forma, la liga ACB da un paso bastante lógico hacia su entrada en el mundo de los deportes electrónicos a través de NBA 2K18, aunque también va a estar presente en otro proyecto como IESACB Next, previsto para marzo, en el que los centros educativos de la comunidad de Madrid que quieran inscribirse podrán competir en League of Legends y Clash Royale.

1.¿Y por qué la ACB está tan interesada en los eSports?

Los eSports son una realidad que ya tenemos aquí y, en estos casos, más vale entrar a tiempo que con retraso. Además, al otro lado del charco se acaba de poner en marcha la NBA 2K League, con 17 equipos auspiciados por las propias franquicias de la NBA, y que ya empezaron a 'fichar' jugadores en enero. Así que el paso ya es imparable.

2.¿Y qué consecuencias tiene que los eSports entren en el baloncesto, un deporte mayoritariamente popular en España?

Independientemente de la competición en sí y de la audiencia o el interés que pueda generar, ya ha habido quien ha alabado las competencias y habilidades que desarrolla un jugador en NBA 2K18, desde el conocimiento de las reglas y el entorno del baloncesto, hasta el necesario trabajo en equipo que requiere una competición de eSports a nivel grupal. En este sentido, Miguelo Betancor, árbitro ACB durante 21 años, escribía un artículo de opinión hace pocos días en 'La Opinión de Tenerife', en el que avisaba, entre otras cosas, de las aplicaciones didácticas del propio videojuego o del carácter inclusivo e igualitario del baloncesto online.

3.¿Y por qué precisamente ahora con NBA 2K18?

Si bien al baloncesto ya le tocaba entrar en los eSports, también es verdad que NBA 2K18 es la herramienta para hacerlo realidad. Como afirma Miguelo Betancor, «es un juego vistoso y espectacular, pero sobre todo es un ejemplo de trabajo en equipo entre las artes gráficas y la pedagogía deportiva. Cuando el rebote del balón es realista, la trayectoria de la pelota es coherente con la fuerza aplicada al botón, o los saltos y choques entre jugadores son verosímiles, se consigue que el jugador pueda proyectarse en el entorno virtual con mayor precisión». Dicho de otro modo, la verosimilitud favorece la competitividad y el desempeño dentro del propio juego. Algo absolutamente necesario en los eSports.