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Dólmen de San Martín, en Laguardia, junto a la carretera A-124, que tiene un guardaviñas adosado en el túmulo y es de fácil acceso. / C. Somalo
Templos funerarios
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Templos funerarios

La ruta de los dólmenes de La Rioja y La Rioja Alavesa localiza las primeras sociedades en el Valle Alto del río Ebro

CASIMIRO SOMALO

Domingo, 17 de mayo 2015, 11:05

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Las primeras sociedades asentadas en el Alto Valle del Ebro, a ambas orillas y con una cultura vinculada a la agricultura y a la ganadería, no conocían fronteras ni límites administrativos. Los hombres del Neolítico fueron ocupando espacios físicos, casi siempre estratégicos, y desarrollando su organización social y hasta sus ritos funerarios por un entorno que nos resulta próximo y cercano. Tal vez, en múltiples ocasiones, se nos haya pasado por alto en las disquisiciones de lo cotidiano cuando ellos se asentaron en el territorio desde el Neolítico, y hace más de 3.000 años.

Los dólmenes del Alto Valle del Ebro tienen una historia común. Tal vez, cuando finalicen los análisis antropológicos que se vienen realizando es posible que terminemos reconociendo las rutas de asentamientos y desarrollo, la organización social y religiosa y sus medios de vida vinculados a la tierra pero en un contexto que se remonta a varios miles de años.

Los dólmenes del Alto Valle del Ebro, los de La Rioja Alavesa y los de La Rioja tienen un carácter funerario y dejan testimonio del asentamiento de las primeras sociedades agropastoriles que se implantaron en el territorio.

Desde finales del Neolítico a comienzos de la Edad de los Metales extendieron las costumbres funerarias en las que se realizaron enterramientos colectivos en dólmenes, túmulos o cuevas sepulcrales.

La construcción de dólmenes sin duda, pone de manifiesto una compleja estructura social en la que como ha señalado la antropóloga riojana de San Vicente, Teresa Fernández Crespo, se excluía a determinados individuos por «criterios de edad y tal vez de sexo». Así pues, debe entenderse que hubo una selección intencional de los sepultados que afecta a los niños u a determinados adultos, sobre todo femeninos. La antropóloga señala que todo ello podría indicar que el acceso a los dólmenes estaba restringido a personas con determinados privilegios.

Dos zonas

Curiosidades científicas muy recientes al margen, la ruta de los dólmenes de nuestro entorno se encuentra más estudiada, mejor señalizada y coservada en La Rioja Alavesa que en nuestra comunidad.

Los dólmenes de La Rioja se concentran en gran parte en la sierra de Cameros, en las cumbres que separan el Iregua y el Leza. Todo ello conlleva un difícil acceso en la mayoría de los casos.

Uno de los mejores conservados de la zona se halla en la localidad de Trevijano, pero también podemos encontrar los de Peña Guerra I y II en Nalda, el sepulcro de La Unión, Collado Palomero en Viguera y Fuente Morena en Montalvo de Cameros. también hay túmulos como el de la Atayuela de Agoncillo o cuevas sepulcrales como las de Peña Miel, Tragaluz o San Bartolomé. Tampoco hay que olvidar el dolmen de La Cascaja, en San Vicente de la Sonsierra, próximo a Peciña. Cuando fue excavado se encontraron restos de más de 31 individuos, de animales y otros útiles.

El estado de los mismos no ha variado mucho en los últimos años. Nunca terminó de hacerse un plan integral para su recuperación. Siendo así, las autoridades riojanas se debaten entre su estudio, el mantenimiento y señalización y el temor al expolio.

La ruta de los dólmenes de La Rioja Alavesa tiene sus dólmenes protegidos como conjunto monumental. La mayoría de ellos son de una cámara poligonal con tendencia circular y un pasillo. Su estado de conservación es bueno, aunque en algunos casos se nota el paso de l turismo por la zona.

El dolmen de La Hechicera, en el término municipal de Elvillar, es, sin duda uno de los más importantes y espectaculares de los que se conservan en la zona. El acceso es fácil por la carretera de Laguardia a Elvillar, poco antes de llegar al pueblo por un camino a la izquierda.

En la misma localidad, Elvillar, se encuentra otro dolmen de grandes dimensiones conocido como El Encinal y cubierto por un túmulo de piedra arenisca de la zona.

En Laguardia hay otro de los dólmenes monumentales en el Alto de la Huesera. También es fácil encontrar el dolmen de San Martín, en plena carretera hacia Vitoria. Tiene un chozo o guardaviñas sobre su túmulo. El dolmen de El Sotillo está ubicado entre Laguardia y Leza, a mano izquierda y con fácil acceso . El Sotillo y Lazaya son sepulcros megalíticos de corredor.

En la misma zona, en Villabuena de Álava se encuentra el dolmen de El Montecillo, mientras que la pequeña localidad de Cripán se encuentra el de Los Llanos.

La ruta aglutina a una docena de dólmenes y con fácil acceso en vehículo.

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