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protestas por la reforma laboral

La Policía francesa trata de contener los distrubios callejeros tras la huelga

Varias personas procedentes de los suburbios parisinos se han enfrentado y herido a los propios jóvenes que integraban las protestas

EUROPA PRESS| PARÍS

Martes, 4 de abril 2006, 02:00

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La Policía francesa está tratando de contener los actos violentos de los disturbios callejeros que se han desencadenado tras la quinta jornada de protestas contra la reforma laboral. Varios jóvenes procedentes de los suburbios parisinos han reventado las manifestaciones y se han enfrentado y herido a los propios jóvenes que integraban las protestas.

Las huelgas convocadas hoy en toda Francia para protestar contra el Contrato Primer Empleo (CPE), promulgado el domingo por el presidente Chirac, no han conseguido paralizar el país y son menos importantes que durante la última jornada de movilización, el pasado sábado 28 de marzo.

Entre uno y tres millones de manifestantes se han echado hoy a las calles de Francia para exigir el abandono del Contrato de Primer Empleo (CPE) para jóvenes. Según la policía, que contabilizó 258 marchas en el país, hubo 944.700 manifestantes en ciudades de provincias y 84.000 en París, mientras que el sindicato CGT calculó que más de tres millones de personas se han manifestado, de las cuales unas 700.000 en París, niveles similares a las marchas de protesta de hace una semana.

El éxito final de la protesta dependía de los datos oficiales de la asistencia a las más de 200 manifestaciones convocadas en todo el territorio, habida cuenta de que la afluencia a las marchas del pasado martes osciló entre el millón declarado por la Policía y los tres millones de personas reclamados por los organizadores. El líder del primer sindicato del país (CGT), Bernard Thibault, expresaba su convencimiento de que la movilización de esta jornada permitirá dar "el golpe de gracia" al plan de empleo juvenil del Gobierno. "La retirada del CPE no es negociable. No hay contrapartida que esperar de nuestra parte", ha dicho Thibault, en declaraciones a la radio pública.

La manifestación más importante ha tenido lugar en París, y ha sido escoltada por 4.000 agentes de policía, gendarmería y antidisturbios, para evitar escenas de agresiones y pillajes ocurridas en las últimas movilizaciones. Los usuarios han vivido una jornada difícil en los transportes, pero no se ha conseguido el "martes negro" preconizado por los sindicatos. El transporte urbano ha funcionado con relativa normalidad en París, con un 25% menos de frecuencia de paso en los metros y anulaciones de entre el 25% y el 50% de los trenes de cercanías.

Mientras que el martes pasado se canceló un tercio de los vuelos en Francia por la huelga de controladores, el escaso seguimiento del paro ha reducidohoy el número de anulaciones. La compañía Easyjet ha cancelado 47 vuelos entre el Reino Unido y Francia, mientras que Ryanair ha suspendidoochenta entre Francia y el Reino Unido y la República de Irlanda. En el tráfico ferroviario, los problemas ha sido similares a los del pasado martes. Los trenes regionales han reducido su circulación en un 50%, y los de alta velocidad, en un 25%.

"No bajaré los brazos"

Por su parte, el primer ministro francés, Dominique de Villepin, se ha defendido contra las denuncias de la oposición de izquierdas sobre "la crisis del régimen" y ha dicho que no se dará por vencido en la batalla por el empleo, especialmente de los jóvenes. "Muy serenamente les digo que no tenemos derecho a bajar los brazos y no los bajaré", ha declarado Villepin, en su abucheada intervención en la sesión de control parlamentario al Gobierno en la cámara de los diputados.Después de que el presidente francés decidiera promulgar la ley que crea el CPE pero suspendiendo de facto su aplicación hasta que se modifiquen sus dos puntos más criticados, la elaboración de la proposición de ley para cambiar el CPE quedó en manos de los líderes parlamentarios del partido presidido por el "número dos" del Gobierno y rival de Villepin, Nicolas Sarkozy.

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