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El padre del bebé italiano no puede perdonar «la crueldad premeditada» de los asesinos
El padre del bebé italiano no puede perdonar «la crueldad premeditada» de los asesinos
de 17 meses

El padre del bebé italiano no puede perdonar «la crueldad premeditada» de los asesinos

Paolo Onofri, padre de Tommaso, se siente «traicionado» ya que las personas que asesinaron a su hijo incluso iban a tomar café a su casa

EUROPA PRESS | ROMA

Lunes, 3 de abril 2006, 02:00

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Paolo Onofri, el padre del pequeño Tommaso, de 18 meses, que fue asesinado por sus secuestradores, ha afirmado que no puede perdonar un gesto realizado con tanta crueldad premeditada y añadió que además se siente "traicionado" ya que las personas que asesinaron a su hijo incluso iban a su casa a tomar café.

"Se perdonan los gestos realizados por error pero no se puede perdonar la crueldad premeditada", dijo hoy Paolo Onofri en una declaración a la televisión pública RAI, dos días después de la noticia de que los secuestradores de su hijo, uno de ellos un albañil Mario Alessi que colaboró en las tareas de restructuración de su casa y con quien incluso había creado una amistad, asesinaron al pequeño a golpes de pala sólo pocas horas después.

Sobre la noticia de que se está investigando por colaboración en el secuestro a un carpintero de Parma, el padre de Tommaso comentó que "me han devuelto a mi hijo aunque no como yo quería, pero ahora ya no me interesa nada de lo que ocurra".

Paolo Onofri añadió que estas personas "han traicionado a mi familia y a toda Italia. Venían incluso a tomar café a mi casa", dijo, al referirse a dos de los detenidos Mario Alessi, que confesó el secuestro y la muerte de Tommaso , y su mujer Antonella Conserva, que se conviritieron en amigos de la familia y cuyo hijo, de 6 años, iba a jugar con el segundo hijo de la familia Onofri, Sebastiano, de 8 años.

Incluso Alessi, que desde un primer momento resultó como el principal acusado, durante todo este tiempo declaró a los periodistas su inocencia e incluso realizó un llamamiento en una televisión para que liberasen a Tommasso.

Declaraciones cruzadas

Según las primeras declaraciones de los principales acusados, Mario Alessi y Salvatore Raimondi, que ahora se acusan mutuamente sobre la responsabilidad del homicidio, el secuestro estaba destinado a obligar a Paolo Onofri a entregarles el dinero de la Caja Postal que dirigía. Horas después del secuestro, uno de los dos, nervioso porque el llanto del bebé podría delatarles, decidió acabar con su vida golpeándole repetidamente con una pala.

El asesinato del bebé ha horrorizado al país entero y ha llevado a algunos políticos y ciudadanos a reclamar la pena de muerte para sus asesinos. También el Papa Benedicto XVI condenó en horrible crimen durante el Angelus del domingo.

Durante un mes, la nación entera mantuvo esperanzas de hallar con vida al bebé, secuestrado de su casa en pasado 2 de marzo. El sábado, las autoridades, guiadas por el testimonio de uno de los sospechosos, localizaron el cuerpo del pequeño enterrado cerca de un riachuelo al lado de la casa en la que su familia vivía a las afueras de Parma, al norte de Italia.

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