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por falta de pruebas "y muchas lagunas legales en el caso"

El caso del afgano condenado a muerte por su conversión cristiana ha sido sobreseído

El procesado abandonó el Islam para convertirse al cristianismo hace 16 años y el juicio se abrió a instancias de su propia familia

EP

Domingo, 26 de marzo 2006, 01:00

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El tribunal afgano que juzgaba al hombre que había sido acusado de haberse convertido del islam al cristianismo, por lo que podía enfrentarse a pena de muerte, ha sobreseído el caso por falta de pruebas, según fuentes oficiales. "El tribunal ha sobreseído hoy el caso contra Abdul Rahman por una falta de información y muchas lagunas legales en el caso", según han informadon las fuentes, desde el anonimato, que han señalado que Rahman será puesto en libertad pronto.

Abdul Rahman, un afgano de 41 años que se convirtió al cristianismo cuando tenía 25 y trabajaba para una ONG cristiana, estaba acusado de apostasía por "rechazar el Islám", delito que en este país de mayoría musulmana se castiga con la ejecución. El portavoz del Supremo, Abdul Wakil Omari, ha informado hoy de que el caso ha sido desestimado porque existen dudas sobre el estado mental y la nacionalidad de Rahman, y que ahora ha sido devuelto a la fiscalía para que lo vuelva a examinar. Lo previsible es que la acusación, que ya ha expresado dudas sobre el estado mental del detenido, realice un chequeo médico y Rahman sea liberado próximamente, tal vez mañana mismo. Teóricamente podría volver a construirse una nueva acusación contra él si la fiscalía encuentra bases suficientes, aunque no es probable ante la controversia despertada en todo el mundo.

El juicio contra Rahman le había creado muchos problemas al Gobierno de Hamid Karzai, que depende de la asistencia militar y económica de los países occidentales, desde los que habían surgido fuertes presiones a favor de su liberación. Hamid Karzai había señalado que buscaba una solución "satisfactoria para todos" y le había asegurado esta semana en una conversación telefónica al primer ministro canadiense, Stephen Harper, que Rahman no sería ejecutado. Intercedieron por Rahman, entre otros, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el Papa Benedicto XVI, quien hoy mismo, antes del rezo del Angelus, recordó a las comunidades cristianas que viven en países "donde la libertad religiosa falta o, a pesar de su afirmación en el papel, sufre de hecho múltiples restricciones".

Los clérigos islámicos piden su ejecución

Sin embargo, en el interior de Afganistán, donde el 99 por ciento de los 28 millones de habitantes profesan el Islam, muchos clérigos habían reclamado la ejecución de Rahman y así lo reiteraron durante la última oración del viernes, día sagrado musulmán. Malawi Abdul Latif, clérigo de una mezquita de Kabul, declaraba que "los musulmanes no podemos tolerar una falta de respeto a nuestra religión" y que, "si el tribunal, por las presiones occidentales, lo libera, entonces la gente lo matará". Ahora la solución a este polémico caso vendrá previsiblemente de la declaración de que el acusado no está mentalmente sano, algo sugerido por el fiscal y por el juez del caso, mientras se especula con que podría ser enviado fuera de Afganistán para evitar ataques.

El portavoz del Supremo dijo que tres testigos afirman que Rahman tiene problemas mentales -su hija, su padre y su primo- y recordó que, durante una vista celebrada hace diez días, él mismo aseguró escuchar "voces extrañas", lo que pone en duda su capacidad mental. El propio fiscal, que actúa sólo bajo el nombre de Zumarai, había señalado esta semana que "pensamos que Rahman podría no estar mentalmente sano, porque cuando habla no lo hace como una persona normal". Además, el portavoz del Supremo ha mencionado que se cree que, después de pasar nueve años en Alemania, el acusado podría tener la nacionalidad germana, por lo que no podría ser condenado.

Abdul Rahman, de 41 años, fue asistente médico con las milicias muyaidín que lucharon contra la invasión soviética de Afganistán en los años 80 y trabajó en Rusia y Alemania durante nueve años. Se convirtió al cristianismo hace 16 años, tras trabajar en una organización humanitaria que ayudaba a refugiados afganos en Pakistán. Rahman fue detenido en febrero pasado por "rechazar el Islam" a instancias de la Policía, que encontró una Biblia en su casa después de que su familia le denunciase a causa de una disputa por la custodia de sus dos hijas.

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