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El ballet de Víctor Ullate llega a Logroño con 'El Sur', una historia de amor y venganza
El ballet de Víctor Ullate llega a Logroño con 'El Sur', una historia de amor y venganza
CULTURA

El ballet de Víctor Ullate llega a Logroño con 'El Sur', una historia de amor y venganza

Entre el elenco de 19 bailarines, el coreógrafo destacó a Ana Noya y Zará Calero, además de la japonesa Eri Nakamura

EFE.

Jueves, 9 de marzo 2006, 01:00

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El coreógrafo y bailarín aragonés, que presentó hoy en Logroño este espectáculo, acompañado por el director artístico, Eduardo Lao, destacó el éxito obtenido con esta obra en el Teatro Gran Vía de Madrid y la gira que les llevará a América o Europa hasta 2007.

El próximo 21 de abril, Ullate estrenará en el Teatro de Madrid, en La Vaguada, su espectáculo "Samsara", un viaje a Oriente sobre el ciclo de la vida y la muerte, que Ullate rescató de la filosofía hindú tras someterse a una intervención quirúrgica.

"El sur", con dirección escénica de Mario Gas, es una historia de amor y de entrega, pero también de miedos, lamentos y odio en la vida de un hombre y una mujer, que sólo quedan unidos por la muerte.

Entre el elenco de 19 bailarines, vestidos por el diseñador Pedro Moreno, el coreógrafo destacó a Ana Noya y Zará Calero, además de la japonesa Eri Nakamura.

Ullate recordó que la colaboración con Enrique Morente nació tras un encuentro entre ambos en un programa de radio, tras el que quedaron en Granada en casa del cantaor en "una noche mágica" en la que acordaron la incorporación del flamenco a la obra.

Lao, quien explicó que el espectáculo tiene "una base de danza clásica, pero está adaptado a la estética de hoy, con una coreografía muy española", aunque apenas el 30 por ciento de los bailarines de la compañía son españoles, ya que la mayoría proceden de Japón, Cuba, Polonia, Rusia o países de América.

Para dotar de personalidad a la compañía, Ullate optó por imprimir su "toque personal", ya que "está todo inventado", así, reconoció que las coreografías "tienen un corte muy español, con movimientos más profundos e intensos", un estilo que a algunos bailarines les cuesta aprender unos tres o cuatro meses.

Añadió que "para llevar a escena una obra clásica, la compañía tiene que ser muy homogénea y tener unidad de movimiento, si no, parece una obra de fin de curso de escuela".

Ullate consideró que "hay menos espectadores aficionados a la danza que al teatro porque en este país no ha habido una educación sobre el baile o el ballet, por eso el público no se vuelca, pero es una sensibilidad que se aprende", y muchos de los que asisten a una de sus representaciones repiten, aseguró.

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