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Vía libre al BBVA para hacerse con la entidad italiana Banca Nazionale del Lavoro
sector bancario europeo

Vía libre al BBVA para hacerse con la entidad italiana Banca Nazionale del Lavoro

Tras el veto del Banco de Italia a la OPA de la aseguradora Unipol sobre la Banca Nazionale del Lavoro (BNL)

EFE | ROMA

Miércoles, 11 de enero 2006, 01:00

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El veto del Banco de Italia a la OPA de la aseguradora Unipol sobre la Banca Nazionale del Lavoro (BNL), operación que ha abierto heridas económicas, políticas y judiciales en todo el país, hace que los italianos miren de nuevo al banco español BBVA, que ya tiene el 14,75%, como posible comprador de la entidad romana.

En palabras técnicas, la OPA ha sido rechazada por "la falta de respeto de los requisitos prudenciales de adecuación patrimonial", según el comunicado que el banco central remitió ayer a la aseguradora. En palabras más llanas, el pez chico no se come al grande, aún cuando el pequeño engordó 2.600 millones de euros mediante una ampliación de capital diseñada para la operación de compra.

Pero la decisión del Banco de Italia se produce también tras los hechos que han marcado en los últimos meses el destino de la operación, en concreto, la investigación abierta por las fiscalías de Milán y Roma, según el diario económico Il Sole 24 ore, que cita la página 20 del comunicado del banco central.

En efecto, la OPA fue planteada como una operación para detener la que en su momento lanzó el banco español BBVA.

Unipol, que posee el 15% de la BNL, se alió con varios empresarios del sector inmobiliario, que controlaban el 27%, para provocar una OPA obligatoria, ya que la ley en Italia obliga a ella cuando algún grupo tiene más del 30% de la entidad en su poder.

Tal alianza puede ser considerada como un "un diseño preconcebido e intencionado" para evitar la competencia directa con la oferta emprendida por el BBVA, tal y como la definió el banco español al presentar un recurso ante los tribunales italianos.

Fazio, víctima de la operación

Es ahí donde la OPA de Unipol abre las heridas económicas, que ha tenido como bajas hasta el mismísimo gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio, quien recientemente dimitió del cargo, al igual que el presidente y vicepresidente de la aseguradora, Giovanni Consorte e Ivano Sachetti.

Aunque la marcha de Fazio se relaciona más con la especulación abusiva y las irregularidades financieras dirigidas por su amigo Gianpiero Fiorani, ex consejero delegado de la Banca Popolare Italiana, sus maquinaciones para mantener "la italianidad de los bancos" en los casos de Unipol y Antonveneta también contribuyeron a "obligarle" a tomar aquella decisión.

La OPA salpica también a la Justicia que investiga la posible revelación de secreto de un juez y un fiscal, precisamente el que llevaba el caso de Unipol en Roma, Achille Toro, que ha tenido que abandonarlo.

Y en el campo político, la OPA Unipol ha impactado en uno de los partidos más importantes de la coalición de centroizquierda que encabeza Romano Prodi, el de los Demócratas de Izquierda (Ds), surgidos del comunismo italiano.

Los comunistas primero y el Ds ahora han estado siempre ligados a a Unipol, al tratarse de una aseguradora controlada por un grupo de cooperativas de izquierda.

La decisión del Banco de Italia ha provocado en algunos medios italianos una especie de catarsis en la que se aprovechaba para la crítica a todo el sistema.

El bloqueo de la OPA es "el epílogo provisional de una gran historia de provincias, la provincia de Italia", aseguraba un columnista del diario la Repubblica, en un artículo titulado: "Adiós a los sueños de conquista entre pillerías y enriquecimientos".

Así las cosas y mientras el escándalo sigue planeando sobre la vida italiana, todos los periódicos dirigen sus miradas al BBVA, que "ha seguido todo el asunto desde el fondo".

Aunque algunos creen que la operación del banco español no será fácil, pues de entrada hay que ver cómo se deshace el nudo de la OPA, la alianza entre Unipol y los empresarios inmobiliarios que obligó a ella. Y luego porque no se descarta que algún otro grupo o banco italiano intente hacerse con la BNL.

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