Borrar

El prestigio del mundo rural

ESTHER HERRANZ - EURODIPUTADA DEL PP DE LA RIOJA

Sábado, 21 de octubre 2017, 23:54

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El mundo rural es fundamental para el desarrollo de nuestra sociedad y contiene un potencial que debería desarrollarse al máximo. Nos provee de productos de calidad y saludables para nuestra alimentación, es motor económico, fuente de creación de riqueza e impulsor de mucha industria colateral al sector primario. A pesar de ello, y por razones inexplicables, algunos tienden a minusvalorar el enorme y sacrificado trabajo que realizan los hombres y mujeres de nuestro entorno rural.

En España, la década de los años 60 fue testigo del inicio de un intenso flujo migratorio del campo hacia las zonas más industrializadas en el entorno de las grandes ciudades o incluso hacia el extranjero. Este movimiento, provocado en gran medida por una desequilibrada planificación del tejido económico nacional que concentraba gran parte de la industria en zonas muy concretas y por una enorme imprevisión de la política demográfica, fue el precursor del actual problema de despoblación que sufre gran parte de nuestro entorno rural.

Esta sensación de abandono generalizado puede que ser uno de los motivos por los que durante mucho tiempo se haya identificado equivocadamente el trabajo rural con tareas menores, desempeñadas por personas con escasa preparación y no capacitadas para acometer otros trabajos considerados como de rango superior. No pensaban que nadie pudiera realizarlo porque amase a su tierra, su pueblo, la tradición y el trabajo heredado normalmente de sus padres y abuelos, así como por ser consciente de su enorme importancia para todos.

Es absolutamente irracional minusvalorar o tener prejuicios negativos hacia estas tareas con respecto a las realizadas en el entorno urbano, así como tampoco procede pensar que puedan resultar de menor enjundia que las realizadas en otros países. Es preciso seguir poniendo en valor el esfuerzo, el compromiso y el buen hacer de quienes desempeñan estas tareas salvando dificultades de todo tipo. No puedo pedir que se devuelva su prestigio al trabajo realizado en nuestro mundo rural, puesto que nunca lo ha perdido, pero sí que todos hagamos un ejercicio de reflexión para ayudar a extender este reconocimiento. Ahora, disfrutar de nuestro tiempo de ocio en alojamientos rurales y desarrollar la inmensa cantidad de actividades que nos ofrecen es un lujo que muchos demandan. Afortunadamente, hemos empezado a darnos cuenta de las maravillas que aporta acercarnos a la vida rural.

El reto demográfico es otro de las cuestiones claves que marcará el futuro de nuestro medio rural. Para responder a ese reto, el Gobierno de La Rioja ha diseñado una Agenda para la Población que, con un horizonte hasta el 2030, responda al envejecimiento y baja natalidad de nuestra región. Nuestros pueblos pierden habitantes, más de la mitad de sus vecinos tienen más de 60 años y los índices de natalidad siguen descendiendo. Ante esta realidad, como sociedad tenemos la responsabilidad de diseñar políticas y poner en marcha medidas y programas dirigidos a ir corrigiendo esta situación. Es un objetivo ambicioso que juntos tenemos que lograr para garantizar la supervivencia del mundo rural.

Por último, quisiera aprovechar estas líneas para agradecer sinceramente la enorme e imprescindible labor de todas las personas de nuestro campo en cada uno de sus ámbitos de acción y muy particularmente a las mujeres rurales, que celebran el 15 de octubre su día internacional reconocido por la ONU. Agradecimiento que estoy segura harán extensivo los lectores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios