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Juventudes con denominación de origen

«Intentamos hacer ver a nuestro partido, el PSOE, que debe buscar cambiar mentalidades y transformar deseos con el objetivo de transformar el mundo en que vivimos»

RAÚL DÍAZ. - EXSECRETARIO GENERAL DE JUVENTUDES SOCIALISTAS DE LA RIOJA y PRESIDENTE DE JUVENTUDES SOCIALISTAS DE ESPAÑA

Viernes, 29 de diciembre 2017, 23:30

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Trabajo, esfuerzo y dedicación. Esas tres palabras son las que escribió mi profesora de inglés el primer día de instituto en el Villegas de Nájera, antes incluso de saludar a la clase. Nunca se me olvidarán por su fuerza, por esa rotundidad que te sorprende y que te hacen saber de golpe que tienes que crecer; la cosa se ponía seria, el instituto ya no era el colegio y no te quedaba otra que ponerte las pilas. Cumplir con ese triple cometido no siempre es fácil, pero lo he intentado hacer en mi día a día desde entonces.

Tras siete años de trabajo en las Juventudes Socialistas, ha llegado el momento de abrir la puerta para que pase el siguiente. Y lo que sigue es toda una nueva generación, nacida entre los noventa y dos mil, que pilotará a partir de hoy la filial joven del PSOE en La Rioja. Una nueva generación dispuesta a todo, porque tiene la sensación de que durante todos estos años de crisis económica nadie ha movido un dedo por ayudar a la última gran generación que dejó de ser joven en una cola del paro. Una generación tardo millennial harta de una dualidad laboral que expulsa a sus padres al paro para que se contraten al doble de jóvenes pero cobrando la mitad y con un cuarto de sus derechos. Trabajadores pobres a los que se nos da a elegir entre exilio o precariedad; y si no lo quieres que pase el siguiente. Duros tiempos estos, en los que a Leonardo le pedirían una licenciatura y un máster en Historia del Arte... para ser el guarda del museo.

Sin embargo, si algo merece la pena entre los muchos malos ratos que a veces nos da la política, es saber que uno está haciendo algo mucho más grande que uno mismo. Por eso militamos en Juventudes Socialistas: porque para nosotros aceptar la realidad nunca ha sido suficiente. Intentamos hacer ver a nuestro partido, el PSOE, que no debe pretender simplemente gestionar, conceder deseos o hacer lo que manden las encuestas; debe buscar cambiar mentalidades y transformar deseos con el objetivo de transformar el mundo en que vivimos. Porque los cargos políticos son eso, políticos, no técnicos; su trabajo no es simplemente gestionar, es transformar. Subamos el salario mínimo para que el trabajo sea siempre más rentable que el paro. Penalicemos en concursos públicos a aquellas empresas privadas en las que una mujer cobre menos que un hombre por el mismo trabajo o que discriminen por razones de género o identidad sexual. Y si nuestra huella ecológica es excesiva, volvamos sobre nuestros pasos, parándonos a explicar por qué crecimiento nunca ha sido igual a desarrollo. Demos educación sexual en nuestras aulas para decidir, anticonceptivos para no abortar y una ley de plazos con garantías para no morir. Abramos nuevos debates y pongamos el acento social en la reforma constitucional a la que tarde o temprano todos los partidos llegarán; tarde, pero llegarán.

La dedicación que hemos puesto las Juventudes a conectar el partido con la sociedad en los últimos años nos ha llevado a las cotas más altas de participación y conquistas sociales: hoy somos un país en el que los gays se casan, la gente no fuma en los bares, tenemos un carné de conducir por puntos y las mujeres víctimas de la violencia machista tienen su propio Juzgado y su propia ley. Esa dedicación también la hemos mostrado en La Rioja. Nos tiramos años denunciando el exilio juvenil por falta de oportunidades en nuestra tierra, y el dato fue negado una y otra vez. Hoy tenemos a nuestra disposición la oficina de retorno para ayudar a regresar a todos los riojanos que quieran seguir haciendo futuro en la tierra que les vio crecer y formarse. Nos tiramos años denunciando que la subida exponencial de las tasas de matrícula expulsaba a muchos alumnos del sistema universitario riojano, y que tenía que crearse un fondo social para proteger a los estudiantes y sus familias; se negó año tras año en el Parlamento de La Rioja, hasta que en la apertura académica del presente curso el Gobierno de Ceniceros ha tenido que aprobar ayudas para estos estudiantes. Nos tiramos años denunciando que en La Rioja no se destinaba ni un euro público para ayudas exclusivas a jóvenes al alquiler; el pasado mes se firmaba un pacto por la emancipación entre el ejecutivo, las fuerzas políticas y el Consejo de la Juventud.

Solo por estas tres soluciones, tardías pero que han acabado por llegar, mi paso por las Juventudes Socialistas de La Rioja ha merecido la pena. Podría señalar muchas más, de índole personal, como las grandes amistades forjadas, el haber conocido a mi primer amor o los miles de kilómetros a nuestras espaldas acompañando a socialistas de medio mundo en su intento infinito de hacer de nuestra sociedad un mundo más justo. Pero no creo que haga falta, porque lo único que toca en esta despedida es reivindicar el orgullo de ser de las JSR. Ni cobramos, ni nos dan puestos a dedo ni nos resignamos: nuestra vocación es transformar, que es justo lo que pasa cuando a una organización le mueven las convicciones y no las conveniencias. Deseo a Abel Martínez, nuevo secretario general de Juventudes Socialistas de La Rioja, los mejores éxitos materializados en uno que la organización ya ha conseguido con él: que la evolución culmine en superación. Y que pase el siguiente.

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