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Toque manual de campanas en la iglesia de Zorraquín, el día de San Vitores del 2017. :: G.A.

Por quién doblan las campanas

Los campanarios de 32 municipios sonarán hoy, como en toda Europa, para reivindicar el toque manual

Javier Albo

Santo Domingo

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Sábado, 21 de abril 2018, 12:47

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Al hilo de la declaración del 2018 como 'Año Europeo del Patrimonio Cultural', la asociación Hispania Nostra, Campaners d'Albaida y el Museo Internacional del Toque Manual de Campanas han promovido para el mediodía de hoy un toque manual de campanas que hará sonar más de un millar de ellas en toda Europa y cerca de 300 en España. En La Rioja se han sumado templos de 32 municipios. El objetivo es que el toque manual sea declarado, por la Unesco, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

El Gobierno regional se ha sumado a esta celebración, para lo cual contactó con la Asociación de Campaneros del Alto Oja, presidida por Gonzalo Abajo. Para ello se mandaron cartas a los ayuntamientos y parroquias para que lo difundieran entre cuantos conocen los toques tradicionales o pudieran estar interesados en aprender o ayudar. El resultado se dejará oír en Albelda de Iregua, Ochánduri, Alesón, Ocón, Arnedo, Ojacastro, Arnedillo, Ortigosa de Cameros, Autol, Pradillo, Bañares, Sajazarra, Calahorra, San Millán de la Cogolla, Castañares de Rioja, San Vicente de la Sonsierra, Cuzcurrita de Río Tirón, Santa Eulalia Somera, Entrena, Santo Domingo de la Calzada, Ezcaray, Tirgo, Fonzaleche, Valgañón, Fuenmayor, Villanueva de Cameros, Haro, Zorraquín, Logroño, Zarratón, Nájera y Navarrete.

Toques civiles y litúrgicos

La asociación, por ejemplo, cuyo ámbito es Ezcaray, Zorraquín, Valgañón y Ojacastro, realizará tres toques 'civiles' y uno litúrgico. «Hay que entender que las campanas han sido durante siglos las voces de las comunidades y que avisaban de muchas cosas, no solo de misas», matiza Abajo. Uno será el tente-nublo, un repique a modo de conjuro contra las tormentas de granizo, que se realizaba en verano; el toque de concejo, mediante el cual el Concejo (ayuntamiento) requería a los vecinos para una actividad o para informarles de algo; el de arrebato, para emergencias y peligros repentinos y, por último, el toque de fiesta mayor. «En nuestra zona la característica es que empieza siempre la campana mayor, la garbancera, que marca el carácter de fiesta mayor, y luego se la suman el resto de campanas, volteando finalmente todas juntas durante varios minutos», explica de este último.

«Con las campanas automatizadas no se puede variar el ritmo de velocidad de un volteo, por ejemplo, o dar más o menos fuerte durante un repique, cosa que los campaneros si pueden hacer», dice Abajo sobre el factor humano, cuya presencia defiende: «No es necesario tener un campanero en cada lugar a día de hoy, pero sí alguno que en fiestas u ocasiones especiales sepa tocar las campanas y mantener los toques tradicionales, que la mayoría vienen del siglo XII», afirma. Su asociación ha recuperado muchos.

Así que si alguien se pregunta hoy por quién doblan las campanas, que sepa que es por ellas mismas y por los campaneros.

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