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La culpa no es del 'ladrillo' (Carta abierta al rector de la Universidad de La Rioja)

«Me parece bien que trate de conseguir más financiación pública para su Universidad, pero no a costa de hacer de menos a un importante sector productivo como es la industria de la construcción»

CARLOS DEL REY APELLÁNIZ. - PRESIDENTE DE LA AS. DE EMPRESARIOS DE LA CONSTRUCCIÓN, PROMOCIÓN Y AFINES DE LA RIOJA

Martes, 8 de mayo 2018, 23:44

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Es muy fácil pontificar desde una cátedra, pero lo mínimo que cabe exigir de la Universidad es un poco de rigor. La afirmación del pasado domingo 29 de abril en este Diario de que «si queremos pasar del ladrillo a la innovación tendrán que contar (con la Universidad de La Rioja)», además de radicalmente falsa resulta tremendamente populista, algo en lo que no debería caer el máximo representante de la Universidad pública riojana.

El ladrillo al que tan despectivamente usted se refiere es la industria de la construcción, que representa el 6% del PIB regional y emplea a 6.500 personas, de los cuales 3.400 son trabajadores por cuenta ajena de 1.000 pequeñas y medianas empresas riojanas. Una industria que, como sabrá, ha sufrido una severa crisis estructural durante 10 años y que no ha contado con dinero público para aliviarla, como sí ha ocurrido en otros sectores productivos y entidades públicas.

Y, a pesar de ello, se trata de una industria puntera. Las grandes constructoras están ejecutando las principales infraestructuras viarias, ferroviarias, portuarias y aeroportuarias de todo el mundo. Y, durante la crisis, muchas pymes riojanas han apostado por la innovación en los materiales y los procesos constructivos, para ofrecer viviendas de mejor calidad y mayores prestaciones a sus clientes. ¿Sabía usted que las empresas riojanas han introducido la energía geotérmica o las técnicas y materiales del Passivhaus en sus construcciones para que sean más eficientes y de bajo consumo energético? Seguramente no, porque es más sencillo y populista culpar de los bajos índices de innovación de la Universidad de La Rioja (UR) al ladrillo.

Pero lo que sí debería saber es que la industria de la construcción riojana, a través de su asociación profesional, ha apostado desde hace años por la innovación, y lo ha hecho precisamente de la mano de la UR. La Asociación de Empresarios de la Construcción, Promoción y Afines de La Rioja (CPAR) ha financiado proyectos de investigación con la institución que usted preside para, por ejemplo, implementar la tricogeneración en edificios de viviendas. También a través de la Fundación Laboral de la Construcción de La Rioja, integrada por la patronal y los sindicatos del ladrillo riojano, hemos apostado por la innovación en el sector, financiando varios proyectos de investigación de la UR para la mejora de la prevención de riesgos laborales en construcción.

La apuesta de la industria de la construcción riojana por la innovación es tan fuerte que CPAR, en el trienio 2013-2016, participó junto a 10 centros universitarios de investigación, institutos tecnológicos y empresas de Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Turquía en un proyecto de investigación en el marco de 7º Programa Marco de Investigación, Desarrollo e Innovación de la Comisión Europea con el objetivo de apoyar la competitividad de las pyme de la construcción mediante el desarrollo de nuevos materiales inteligentes y multifuncionales que permitan una construcción y rehabilitación más eficiente.

Por su parte, la Fundación Laboral de la Construcción de La Rioja se va a constituir como centro nacional de referencia especializado en investigación, desarrollo, e innovación, sobre los medios de protección, y equipos temporales de trabajo para la industria de la construcción.

Por último, el rector de la UR debería tener en más estima al 'ladrillo' porque gracias a las empresas constructoras y promotoras riojanas muchos egresados de la Universidad pública, ingenieros, graduados en ADE o en Derecho, por ejemplo, consiguen acceder cada año al mercado laboral.

Me parece bien, señor rector, que trate de conseguir más financiación pública para su Universidad, pero no a costa de hacer de menos a un importante sector productivo como es la industria de la construcción. Creo que las universidades más importantes del mundo se financian en su mayor parte no con transferencias corrientes del Gobierno, sino gracias a los recursos económicos que reciben por los proyectos de investigación que les financia el sector privado y de los inventos que patentan.

En este sentido, no resulta muy acertada su despectiva referencia al ladrillo, porque es un sector productivo que en La Rioja representa el 6% del PIB regional y porque, a pesar de una profunda crisis económica, ha apostado por innovar en sus procesos y materiales para seguir a la vanguardia de la calidad.

No es bueno caer en el tópico fácil ni en el populismo, señor rector. Yo no creo que todas las universidades públicas estén regalando títulos de máster, ni que otorguen plazas de profesor forzando la Ley Orgánica de Universidades. Pero sí que estoy convencido de que usted tiene una importante labor por delante para conseguir que la UR remonte desde los últimos puestos que ocupa en los ránkings nacionales de Universidades y para hacer frente a la legítima competencia que supone la Universidad Internacional de La Rioja que, por cierto, parece que va bastante mejor que la que usted dirige.

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