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Definiciones inclusivas

MANUEL PÉREZ PARDAL

Jueves, 5 de julio 2018, 23:46

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Si hablamos de machismo, en el Diccionario de la Real Academia, la palabra hombre cuenta con ocho acepciones directas y 29 indirectas que tienen 34 acepciones distintas. En total 42 acepciones. La palabra mujer cuenta con cuatro acepciones directas y 14 indirectas que tienen 17 acepciones distintas. En total 21 acepciones.

La palabra prostituta aparece en cuatro ocasiones al definir a la mujer. Una mujer de la calle es una prostituta, lo es también una mujer de partido, una mujer mundana y una mujer pública. Pero la palabra prostituto no aparece nunca al definir al hombre. Es significativo, por ejemplo, que en la acepción «hombre de la calle» sólo se incluye la definición «persona normal y corriente» pero en la acepción «mujer de la calle» se indica «mujer normal y corriente», no se emplea la palabra persona y hay una segunda acepción que dice «prostituta que busca a sus clientes en la calle».

Si buscamos la palabra «prostituto» en el Diccionario dice: persona que mantiene relaciones sexuales a cambio de dinero.

La Real Academia sigue siendo machista. Definición de la palabra mujer «persona de sexo femenino»; definición de la palabra hombre «ser animado racional, varón o mujer».

Según el Diccionario, las mujeres no hacen publicidad por la calle, dado que sólo existe la acepción «hombre anuncio». Las mujeres no van a la guerra, las mujeres no hacen muchas cosas que sí hacen en la vida real.

Sí hay, por ejemplo, las mismas definiciones para «hombre objeto» y «mujer objeto» también para «hombre orquesta» y «mujer orquesta». Hay hombre rana «que está provisto de lo necesario para efectuar trabajos submarinos» pero no hay mujer rana, cuando ellas también ejercen esa función.

La justificación habitual es que no se usa pero realmente no hay justificación que valga; simplemente, no se considera y de esa manera desde la RAE se hace invisible a la mujer.

Tampoco existe la acepción «mujer buena», pero sí la acepción «hombre bueno» para definir a los hombres que actúan como mediadores en los actos de conciliación, sin embargo, en el mundo real existen «mujeres buenas» que ejercen ese tipo de funciones.

¿Por qué no lo recoge la RAE? Está claro, porque hay machismo. Se mire como se mire, se le dé las vueltas que se quiera, está claro y está ahí, el machismo presente o agazapado en cualquier resquicio es una discriminación hacia las mujeres.

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