Secciones
Servicios
Destacamos
JOSÉ ANTONIO IGLESIAS TEJADA
Martes, 20 de febrero 2018, 23:57
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Soy practicante ocasional de ciclismo de carretera. Cuando el otro día cogí la carretera de Murillo a Villamediana me quedé estupefacto al ver lo que habían hecho con el arcén de medio metro con que cuenta esta comarcal. ¡Lo habían picado con máquinas de percusión, levantando el asfalto en bandas similares a las huellas que dejan en el barro las orugas de las excavadoras! Un camión que me venía por detrás sin intención de frenar me obligó a entrar en el arcén picado, la bicicleta empezó a botar con violencia y comprendí que me cargaba los radios de las ruedas. Volví a entrar al carril y tengo bien claro que me jugué la vida. Eran las cinco y pico de la tarde y el sol de poniente me deslumbraba. Comprendí enseguida que los vehículos que venían por detrás no me iban a ver a poco sucios que tuviesen los parabrisas. Tengo la total certeza de que en ese tramo y a esa hora me jugué la vida. Por esto doy un aviso a los responsables de semejante atrocidad: vuestro invento es un atentado contra la seguridad de los ciclistas. Y hago otro llamamiento a los clubes ciclistas y a la Federación: ya podéis poner todas estas denuncias en manos de los abogados, pues está al caer la primera víctima.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La hora que separó a una madre y su hijo de morir juntos en Palencia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.