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Maestros buenos y malos, asignaturas bonitas y feas

MOISÉS ORTA ANGÓS

Sábado, 18 de marzo 2017, 00:06

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El pasado domingo, en el programa comandado por Risto Mejide 'Chester in love', se intentó hablar de educación. Hubo un momento interesante en el que salieron videos de niños y niñas describiendo qué es un buen maestro, o uno malo. Se evidenció que para ellos importa poco el contenido y mucho la forma, el cariño, el ser escuchados y apoyados cuando lo necesitan. Describieron al mal maestro como aquel que no disfruta con su trabajo y solo lo hace por el dinero. Suele ocurrir que los niños, con sus juicios sencillos, llegan a dar en la diana y decir cosas muy redondas. También apareció un profesor jubilado de matemáticas acertando (a mi juicio) en algunas cuestiones, como la de que el alumno no solo ha de hacer lo que le guste, sino enfrentarse a retos como los que le esperan en la vida por poco agradables que puedan resultar; pero sí se columpió al decir que los niños ya le encontrarán el sentido a las asignaturas con el tiempo, sin importar que las odien durante años. Dio a entender, o al menos esa conclusión saqué yo, que poco importa dedicar esfuerzos a transformar una materia y hacerla atractiva y lúdica en la medida de lo posible. Da igual que sea un auténtico paseo por el desierto, «ya le cogerán el gusto algún día». A mi entender ese señor da por hecho que las asignaturas son guapas o feas, graciosas o aburridas de nacimiento. Pues discúlpeme caballero, pero algo ha de pintar el maestro, en algo se tienen que notar las manos y la cabeza por la que pasa el currículo. Todas las asignaturas cambian radicalmente según quién las aliñe, como pasa cocinando. A mí el pescado me sale aceitoso y salado, y mi madre usa los mismos filetes y no dejamos ni la raspa. ¿Se imagina al elenco de 'Gym Tony' dando vida a 'Breaking Bad'? ¿La vería usted en ese caso hasta cogerle el gusto? A cuántos niños he escuchado diciendo «Ahora me gusta el inglés», o la lengua, o las ciencias, o sus matemáticas. ¡Como si con otros docentes fueran otra cosa! El maestro tiene mucho que decir en esto ¿No le parece? Y si no lo tiene, si las materias ya son lo que son, mejor que nos sustituyan por CDs, textos y vídeos.

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