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Veinticinco años sin AVE en La Rioja

«En La Rioja no tenemos nada que celebrar. Veinticinco años son muchos, demasiados. Y el Gobierno de La Rioja sigue guardando silencio, continúa con una sumisión pasmosa y es incapaz de reivindicar nada»

RUBÉN GIL TRINCADO - EXDIPUTADO AUTONÓMICO DEL PR+

Viernes, 5 de mayo 2017, 23:43

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El tren de Alta Velocidad acaba de cumplir 25 años, ya se va haciendo mayor. Un eje ferroviario que ha hecho avanzar una importante parte del país y que sin duda ha conectado personas, ciudades, regiones y ha logrado una gran mejora en el desarrollo económico y social de una gran parte de las comunidades autónomas que componen el Estado. Muchos gobiernos autonómicos están de celebración, han sacado la tarta de los 25 años y han soplado las velas. Unos por contar con conexión AVE desde hace años, como Cataluña o Andalucía, otros por estar finalizando la Alta Velocidad, como en el País Vasco o Galicia y los últimos por haber logrado ser incluidos en las líneas de Alta Velocidad con presupuestos efectivos, caso de Cantabria o Navarra. Pero fíjense qué casualidad que en La Rioja no tenemos nada que celebrar, ni tenemos tarta ni velas, ni tan siquiera cumpleaños. La Alta Velocidad es algo que nos suena, vemos por televisión, a veces podemos subir en algo llamado «AVE»., pero en las barracas en San Bernabé o San Mateo, en un Tren Chispita modernizado de nombre y que se parece mucho al que recorre La Rioja desde Haro hasta Alfaro pasando por San Asensio, Alcanadre o Rincón de Soto.

Desde hace muchos años, diferentes gobiernos centrales del PP o PSOE decidieron dejarnos sin tartas ni velas. EL AVE se ha hecho ya mayor, ha alcanzado su madurez en la misma medida que a los riojanos nos han podado la Alta Velocidad. No hace 25 años, sino más bien cinco años, que Pedro Sanz anunció que Europa iba a financiar el corredor ferroviario riojano, que sus (casi) 25 años de gobierno en la comunidad iban a traer las tartas y las velas las ponía Europa y Madrid. Pero ha resultado que ni Europa puso las velas ni Pedro Sanz las tartas. En 25 años ha existido mucho humo, pero no de velas cumpleañeras, más bien el humo que nos han vendido desde el Gobierno de La Rioja, un humo tan artificial como engordado con publicidad que pagamos todos los riojanos. Desaparecido el humo (de la publicidad) ha aparecido la realidad, la gran mayoría de españoles han tenido cumpleaños y tarta del AVE, pero los riojanos lamentablemente no tenemos nada que celebrar. El Gobierno central regala por el cumpleaños billetes de AVE baratos, anuncia inversiones en mejora de trenes y conexiones, pero los riojanos solo tenemos derecho a pensar porque nuestras vías siguen siendo del siglo pasado y los trenes que circulan por nuestra tierra son incapaces de mover las hojas de nuestros viñedos y frutales. 25 años después los que se quieren ir de España tienen Alta Velocidad, los que decían que se querían marchar lo inauguran dentro de poco y los que pintan algo en Madrid disfrutan de un servicio que genera riqueza y bienestar. Sin embargo, los que somos solidarios con España, los que siempre nos portamos bien y no llamamos la atención por casi nada, nos quedamos sin Alta Velocidad y por supuesto también sin Velocidad Alta. Vayan ustedes a saber si quizá desde el Gobierno central van a argumentar que no estamos acostumbrados a estas velocidades y lo hacen por nuestro bien. 25 años son muchos, demasiados. Que nadie olvide que los riojanos también pagamos la tarta y las velas que se comen los demás mientras se desplazan en una infraestructura moderna y clave en el desarrollo económico y social de España y Europa. El Gobierno de España ha solicitado a Europa una serie de nuevos proyectos para financiar nuevos corredores ferroviarios en varias comunidades autónomas, pero al Gobierno de España se le ha vuelto a olvidar incluir el corredor ferroviario riojano y tampoco debe estar la variante ferroviaria de Rincón de Soto tantas veces anunciada por los que vendían humo.

El Gobierno de La Rioja sigue guardando silencio, continúa con una sumisión pasmosa y es incapaz de reivindicar nada. Las sucursales riojanas de los partidos con sedes en Madrid y Cataluña sacan brillo al silencio y la nula reivindicación para no molestar a sus grandes jefes madrileños y catalanes, no sea que, si piden algo para nuestra tierra, no les dejen subirse a algún «tren» que les conecte con el Congreso o el Senado, que es a lo único que aspiran en La Rioja algunos miembros de partidos sucursalistas riojanos. Europa va a remitir a España varios millones de euros en nuevos proyectos de Alta Velocidad y altas prestaciones ferroviarias, habrá nuevas tartas y velas para nuevos cumpleaños y se ampliaran las conexiones entre comunidades autónomas. Pero mientras siga el silencio, la falta de reivindicación y unidad en nuestra tierra, a los riojanos no nos van a invitar ni al café de última hora.

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