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GENTE BUENA

MANUEL ALCÁNTARA

Miércoles, 3 de mayo 2017, 01:02

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Soy un viejo lobo de bar y debo reconocer que en ese corto trayecto del mostrador he conocido, si no a las personas más buenas, sí a las menos malas. Ahora que la ola de la corrupción nos está mojando a los que estamos más lejos de la orilla, quizá sea un buen momento para hablar de las personas decentes. Su bandera se distingue porque el odio, aunque cambia de color, sigue teniendo la misma tonalidad y puede empaparnos a todos. El juez Velasco ha señalado al exministro Zaplana, por sus estrechos lazos con Ignacio González, pero hay más gentuza del PP entre los sesenta investigados, incluido el empresario Villar, que no se perdió una carambola. Muchos no podemos, ni queremos, admitir que la nave española, «entre las olas sola y sin naves desvelada», pueda irse a pique.

De momento, Esperanza Aguirre ha procurado mantenerse y ha optado por el papel de chivata, para eludir la condición de cómplice. A Rajoy le pilla lejos, a cerca de 8.000 kilómetros, viendo desfiles cada vez más lujosos. No sabemos si nuestros dirigentes creen que somos más tontos de lo que parecemos o exactamente igual. Esta buena señora, que no era tan buena, dice que la engañó y la traicionó Ignacio González, cumpliendo con la misión de todos los segundos de a bordo que aspiren a ser los primeros.

Para presumir de eliminar golfos de toda confianza, lo primero es creerlos. No sería fácil ser arrollados por la corrupción si esta no existiera y fuese fomentada. Así que los que somos propensos a la compasión no podemos acompañarla en su sentimiento. Mejor es dejarla sola, con sus frustradas ambiciones, que siempre acompañan mucho. Pronto publicará un libro, que tendrá más lectores que Eduardo Mendoza, y, lo que es más grave, que Schopenhauer. Veremos a ver quién se lo escribe.

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